LD (M. Llamas) La principal compañía de financiación y garantía hipotecaria de EEUU comienza su inevitable proceso de ampliación de capital ante las abultadas pérdidas que ha registrado en el primer trimestre del año.
En concreto, la entidad, que cuenta con el respaldo gubernamental para la emisión de hipotecas emitirá 2.250 millones de dólares (1.450 millones de euros) en acciones y la misma cantidad en acciones convertibles preferentes. Ambas ofertas se cerrarán el próximo 14 de mayo, y serán seguidas de otra oferta de acciones preferentes no convertibles que se realizará "muy pronto".
El objetivo de tal medida es mantener "un sólido y conservador balance, impulsar el valor al accionista a largo plazo y proporcionar estabilidad al mercado de hipotecas secundario", agrega Fannie Mae en un comunicado.
"La demanda de los inversores a estas emisiones fue muy sólida, lo que refleja la confianza de los inversores en el valor a largo plazo de nuestros negocios y nuestra posición líder de mercado", recalcó el vicepresidente de la firma hipotecaria, David Benson, informa Europa Press.
Sin embargo, Fannie Mae anunció esta misma semana que ampliaría capital por 6.000 millones de dólares (3.863 millones de euros), tras registrar pérdidas por importe neto de 2.186 millones de dólares (1.407 millones de euros) en el primer trimestre del año, frente al beneficio neto de 961 millones de dólares (619 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.
La delicada situación financiera por la que atraviesa las dos entidades hipotecarias más importantes de EEUU ha levantado los temores de los analistas acerca de su solvencia real, llegando a vaticinar, incluso, su futura quiebra.
¿Intervendrá la Fed?
La falta de liquidez y, como consecuencia, la restricción de crédito que sufre el mercado financiero internacional desde el estallido de las hipotecas subprime el pasado verano ha causado la estampida de los bancos privados del mercado hipotecario estadounidense. No obstante, ambos gigantes hipotecarios (Fannie Mae y Freddie Mac) participan ya en el 80 por ciento de las hipotecas que se firman en EEUU. Es decir, casi el doble que en 2007.
En este sentido, un reciente artículo publicado por el New York Times ponía el dedo en la llaga acerca de los riesgos que sobrevuelan sobre ambas entidades. Y es que, pese a acumular un capital próximo a los 83.000 millones de dólares su deuda supera casi los 5 billones, con lo que su exposición a la crisis inmobiliaria que azota EEUU es casi insostenible.
Según el citado artículo, "no es irracional pensar en salvar a estas dos entidades", al estilo de los sucedido con Bear Stearns (con el aval de la Reserva Federal).
Tal y como recoge el economista de la Universidad Pompeu Fabra José García-Montalvo, “Fannie Mae y Freddie Mac son empresas privadas con objetivos públicos (financiar lo que los americanos llaman affordable housing). Entre 1990 y 2000 el precio de sus acciones subió un 500 por ciento”.
Los gigantes hipotecarios de EEUU acumulan una deuda de 5 billones
Sin embargo, “para mantener los beneficios y cumplir su misión social (proporcionar financiación para mejorar el acceso a la vivienda de los ciudadanos con menos recursos) durante los últimos años ambas empezaron a comprar mucho subprime y Alt-A (alta calificación crediticia)”. En principio, era una “apuesta ganadora”, ya que “creaban valor para los accionistas (activos muy rentables) y, a la vez, cumplían con el objetivo social”, recalca.
Pero la jugada maestra se ha convertido en un farol en toda regla. Montalvo recuerda que ambas entidades acumulan ya “717.000 millones en estos productos cuando no tenían nada en 2000”. Por el tipo de clientes que se deseaba promocionar los préstamos que podían comprar o asegurar no podían pasar de 417.000 dólares. Pese a ello, el Congreso, a petición de dichas compañías, “permitió subir este límite a 730.000 dólares”.
El análisis de sus cuentas tan sólo incrementa las dudas acerca de la solvencia real de ambas entidades. En su informe correspondiente al primer trimestre de 2008, se observa el creciente e intenso deterioro que está sufriendo sus activos, tal y como muestra su tasa de impago que acumula sobre concesiones hipotecarias.
A ello, se añade el deterioro del mercado inmobiliario estadounidense debido a la depreciación de la vivienda.
Así, las cuentas de Fannie Mae arrojan tres factores de alto riesgo a tener en cuenta, según los analistas: tiene 2,7 billones de dólares en préstamos concedidos y apenas 42.700 millones de capital; los precios de la vivienda siguen en caída libre y se espera que su depreciación vaya, incluso, a más; por último, EEUU avanza sin freno hacia la recesión económica, con lo que es de esperar un aumento del desempleo y, por tanto, de la tasa de morosidad hipotecaria.
A ello, se añade el incremento en la adquisición de créditos morosos en el mercado hipotecario, con lo que su situación financiera tan sólo puede empeorar.
No obstante, la estrategia de la Fed parece encaminarse hacia la nacionalización de toda la mala deuda que acumulan algunas entidades norteamericanas. Es decir, los excesos de la expansión crediticia de los últimos años corren el riesgo de ser purgados a cargo del contribuyente estadounidense