Hubo un agujero negro primigenio. Pasó por las narices del juez Baltasar Garzón pero no lo vio, no pudo o no quiso verlo. O lo desechó. Lo que es seguro es que algún día sabremos por qué lo ocultó. Porque lo cierto es que no dijo nada de ello a la comisión de no investigación del 11-M. Y es que en el sumario 35/01 instruido por su juzgado desde noviembre de 2001, es decir, mucho antes de la guerra de Irak, el superjuez detiene a un único español entre la quincena de islamistas acusados todos ellos de pertenecer a la célula terrorista de Al Qaeda que participó en los atentados contra las Torres Gemelas. Ese español, de nombre José Galán González, se reconvirtió al Islam tras haber sido interventor de Herri Batasuna y lo que es más curioso todavía, organizó una tapadera islámica en Asturias antes de los atentados del 11-M cuando era uno de los cerebros de la red de Ben Laden en España.
Reconvertido o no al Islam, la realidad es que José Galán González cambió su nombre y se adentró en la cúpula terrorista islámica con base en España. Compartía piso en el corazón de la capital madrileña con el cerebro de Al Qaeda en Europa, Najib Chaib al que el propio Garzón califica como "el enlace entre el 11-S y el 11-M". Vivienda en la que, por cierto, se encontraron los bocetos y diseños pormenorizados de las mochilas bombas, exactamente iguales a las utilizadas por los asesinos de Atocha y el Pozo. Sin embargo, la asombrosa coincidencia de que el proetarra convertido al Islam fundara la asociación cultural islámica Ibn Taymiyyah en Asturias –a pesar de que vivía en Madrid– no ha hecho pestañear al juez estrella tras conocerse la trama asturiana de la matanza de Atocha. ¿Es que no había otros lugares para que este presunto terrorista primero batasuno y luego islámico instalada la tapadera?
¿A qué se dedicó la tapadera islamista asturiana creada por Yusuf Galán? ¿Qué dinero financió esa supuestamente benéfica organización islámica del ex interventor de Herri Batasuna en Asturias? ¿Con qué apoyos contó? ¿Quiénes formaron parte de ella? ¿Tuvo algo que ver esa tapadera de los terroristas de Al Qaeda con la trama de los asturianos? ¿A quién captó en Asturias? ¿Conoció el proetarra islámico a los vendedores de dinamita?. ¿Conoció a los agentes de la UCO o a otros responsables policiales? ¿Por qué Garzón, que cuando acudió a la comisión de no investigación del 11-M no dijo ni pío de nada de esto cuando ya que el proetarra terrorista islámico se encuentra al igual que el resto de los acusados a la espera de juicio?
Y ya puestos a preguntar habrá que hacerlo a la directora de instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, e inquirir acerca de si encuentran estos terroristas de Al Qaeda suficientemente aislados en las prisiones españolas o han tenido la oportunidad de departir con otros yihadistas o etarras a lo largo y ancho de la geografía nacional? Sobre todas estas incógnitas alguien debería dar respuesta. Pero lo cierto es que hay un primer agujero negro. En el primer sumario instruido en Europa contra Al Qaeda, hay un único español procesado y es un proetarra que fundó una tapadera en Asturias. Los datos son incontrovertibles pero ¿sólo constituyen otra casualidad más? Y a todo esto, ¿Garzón y Gallizo qué opinan?
Garzón debería volver a la comisión de investigación y despejar todas estos interrogantes y algunos más.