Eloy Gutiérrez Menoyo confía en que el triunfo electoral de Rodríguez Bambi permita un acercamiento entre el gobierno español y el régimen de Castro. Al íntimo amigo de Felipe González le ha faltado tiempo para expresar su alegría por la victoria socialista y sumarse al carro de los que injurian a José María Aznar. El ex comandante de la robolución ha pasado de ser enemigo de Castro a convertirse en su mejor agente. Su biografía no tiene desperdicio.
Muy pronto se separa de su Máximo Líder y abandona la Isla para regresar en 1964 con intención de derrocar con las armas al que había sido su Comandante en Jefe. Es detenido y pasa 22 años en prisión, hasta que en 1986, gracias a la intervención del entonces presidente español, es excarcelado y abandona Cuba. Ahora -desde una fingida disidencia- disfruta de la hospitalidad castrista y paga los favores que recibe sembrando el desconcierto y la división entre los verdaderos disidentes.
Y es que sólo un despreciable traidor como Menoyo puede acusar a los activistas de los derechos humanos de espiar para Castro o de trabajar para EE.UU. Así son los amigos de los socialistas españoles en Cuba. Agentes de la tiranía que simulan ser disidentes para servir mejor al coma-andante. A nadie puede extrañar que ahora esperen todo de Rodríguez Bambi y corran a preguntarle qué hay de lo mío. El ex robolucionario que tanto admira Felipe González acusó a Aznar de “acosar y acorralar a La Habana siguiendo las directrices de George Bush”. Según él, el triunfo de Zapatero debe suponer “una oportunidad de provechosa avenencia, en el que las diferencias podrán y deberán ser discutidas en un marco de respeto mutuo”.
¿Es ésta la “disidencia” que va a apoyar Moratinos en Cuba? ¿La que respeta a los verdugos? ¿La que habla por boca de Castro? ¿La que trabaja para sus herederos? ¿La que pide “respeto mutuo” mientras los verdaderos disidentes como Martha Beatriz Roque se mueren en las más de doscientas cárceles de la Prisión-grande? Este martes, Rajoy le recordó a Rodríguez Bambi que en Cuba se había aplaudido más que en ningún otro país su decisión de abandonar Irak. No miente el líder del Partido Popular. Zapatero es un héroe para los comisarios políticos que Castro hace pasar por periodistas.
No obstante, se equivoca el nuevo presidente del gobierno español si considera que con el coma y con su agente Menoyo puede llegar a algún tipo de acuerdo. Son insaciables. No entenderán su talante y cuando deje de servirles le tirarán al cubo de la basura. Comparado con ellos es un dulce cervatillo. ¿O no? Tal vez una comisión de investigación que nos explique qué ocurrió realmente en España el 11, el 12 y el 13 de marzo nos ayude a responder esta pregunta. Esperemos. Quizás entonces conozcamos todos el verdadero talante de Zapatero. A ver si va a resultar que el siniestro Menoyo es un vulgar aprendiz de conspirador comparado con Rodríguez Bambi.