Zapatero ha dejado en manos de Maragall las medidas contra Carod Rovira por su pacto con ETA para que no mate en Cataluña, salvo a los amenazados del resto de España que quieran esconderse allí, porque tampoco se trata de convertirla en un refugio para las víctimas del terrorismo. Y Maragall ha actuado como cabía esperar: mandando a Iceta a atacar al PP. Es natural en quien ha firmado un acuerdo de Gobierno con ERC que, a cambio de la Presidencia de la Generalidad de Cataluña, compromete al PSOE a no pactar con el PP a escala municipal, autonómica y española. Por otra parte, no sabemos si la reanudación de las conversaciones de Carod con los terroristas etarras forma parte o no de ese mismo acuerdo antidemocrático y antiespañol de socialistas y separatistas catalanes. En cuanto empezaron a pelearse por TV3 nos enteramos de que el Pacto tenía unas cláusulas secretas para la elección de cargos políticos por consenso “tripartito”. ¿Por qué no ha de haber más cláusulas ocultas respaldando esa política permanente de ERC para que ETA mate lo que quiera pero no en Cataluña o los “Països Catalans”? Es lógico desde el punto de vista del separatismo. Lo es menos para un partido español, si es que todavía puede considerarse así al PSC ¿Lo es el PSOE? Cabe dudarlo. Y mucho.
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