(Libertad Digital) El borrador de la Alianza Internacional contra el Terrorismo filtrado a El País va a ser uno de los ejes de la comparecencia de Zapatero, este lunes, en la comisión del 11-M. La idea ya la lanzó el ministro del Interior en un foro poco convencional: en vez de planterla en una reunión política, Alonso lo hizo en un curso de verano. Ahora se recupera ese argumento como maniobra para desviar la intervención de Zapatero de los acontecimientos entre el 11 y el 14-M, que es lo que quería esclarecer el PP aprovechando que su papel de líder del PSOE cuando se desplegó la campaña contra el Gobierno de Aznar.
Según lo que cuenta el diario de Prisa, "el nuevo pacto de Estado contra el terrorismo internacional que el Gobierno plantea proponer a los partidos, como colofón a la comisión, plantea una mayor colaboración entre Occidente y el mundo islámico". Y señala que la parte más "innovadora" consiste en desvincular el islam del terrorismo y en no confundir las causas del terrorismo internacional con los pretextos, como la situación de Oriente Medio, que alegan quienes lo ejercen.
El documento no hace referencia alguna a EEUU, únicamente destaca que la cooperación es indispensable para combatir el nuevo terrorismo y que el "marco preferente" deber ser la Unión Europea y los países del Magreb, especialmente Marruecos, así como la ONU y las relaciones trasatlánticas. Esa colaboración, continúa, no debe limitarse al ámbito policial y judicial, sino que también se debe basar en el diálogo intercultural y entre religiones, al tiempo que aboga por "lograr avances sustanciales en la resolución pacífica de los conflictos políticos internacionales".
Este nuevo pacto se basa en el ya firmado por PP y PSOE contra el terrorismo etarra y "plantea otras iniciativas experimentadas en la lucha contra ETA" como la "obligación de eliminar del ámbito de la confrontación partidista las políticas dedicadas a prevenir y combatir el terrorismo internacional y el compromiso de que no debe obtenerse ninguna ventaja política de la actividad terrorista. También procede de la experiencia de la lucha contra ETA el compromiso de los partidos de no ceder a los chantajes planteados por los violentos".