L D (Agencias) Europa Press aporta nuevos datos sobre la relación de Elisángela con el confidente que dió la vuelta a las revelaciones sobre el 11-M. Según indica esta agencia, la joven brasileña era la ex mujer del confidente de quien se separó hace cinco meses, manteniendo no obstante una buena relación. Desde entonces el hijo de ambos, de tres años, era atendido por el hermano de Lavandero y la abuela paterna. Elisángela y José Lavandera Villazón se conocieron en un club de alterne.
Las fuentes policiales consultadas explicaron que poco antes de las cuatro de la tarde del viernes, la ex mujer del testigo protegido se encontraba en la Playa de San Lorenzo con unas amigas, a la altura de la escalera número siete. En un momento determinado se metió al agua, con el mar picado, siempre según la versión de testigos.
Fue entonces cuando uno de ellos vió a la mujer y avisó a la Policía. Se presentaron dos patrullas en el lugar de los hechos. Sin embargo, la mujer falleció ahogada. El cadáver fue trasladado al tanatorio de Cabueñes a la espera de ser practicada la autopsia, que podría realizarse este sábado. Las fuentes consultadas explicaron que posbilemente la Policía tome declaración a las amigas de la fallecida.
Otras fuentes citadas por la agencia EFE apuntan a que la joven había llamado desde la playa a un amigo para comunicarle que tenía intención de suicidarse. Tras el aviso de éste, los servicios de emergencias y las policías local y nacional pusieron en marcha un amplio dispositivo para intentar localizarla.
Un helicóptero, dos camiones de bomberos, una zodiac, dos embarcaciones de salvamento marítimo, una UVI móvil y cuatro unidades de la Policía Nacional y otras tantas de la Policía Local se desplazaron a la zona. Un surfista se topó con el cuerpo de la mujer y, mediante señas alertó al helicóptero del "112 Asturias" que sobrevolaba la zona, desde el que se lanzó al agua un médico para intentar reanimar a la mujer.
En la orilla de la playa, los equipos médicos trataron también de reanimar a la joven que fue trasladada a la UVI móvil donde, tras ser atendida durante una media hora, fue traslada al Hospital de Cabueñes, donde se certificó su muerte. La joven se encontraba en ropa interior y no llevaba documentación alguna.
Un helicóptero, dos camiones de bomberos, una zodiac, dos embarcaciones de salvamento marítimo, una UVI móvil y cuatro unidades de la Policía Nacional y otras tantas de la Policía Local se desplazaron a la zona. Un surfista se topó con el cuerpo de la mujer y, mediante señas alertó al helicóptero del "112 Asturias" que sobrevolaba la zona, desde el que se lanzó al agua un médico para intentar reanimar a la mujer.
En la orilla de la playa, los equipos médicos trataron también de reanimar a la joven que fue trasladada a la UVI móvil donde, tras ser atendida durante una media hora, fue traslada al Hospital de Cabueñes, donde se certificó su muerte. La joven se encontraba en ropa interior y no llevaba documentación alguna.
Amenazas al confidente cuando apareció la cinta de Campillo
El pasado 14 de noviembre, el diario El Mundo reveló que Francisco Javier Villazón Lavandera pasó cinco años en uno de los cuerpos de elite de las Fuerzas Armadas, Operaciones Especiales, y que cuando conoció los planes de Toro y Trashorras trabajaba como portero de un club de alterne que éstos frecuentaban. También, que muy poco antes de que se difundiera su conversación con el agente Campillo apareció a la puerta de su domicilio una serpiente muerta, igual que las que él acostumbra a cuidar.
Según informó entonces El Mundo, "Lavandero" "está aterrorizado" y el juez Del Olmo "ha debido también considerar que su vida corría peligro, ya que ha ordenado su protección y aislamiento total". Esto ocurría antes de el confidente acudiera a declarar ante el juez Del Olmo.
Javier Lavandera Villazón advirtió en 2001 a la Guardia Civil que dos avilesinos, José Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro, actualmente en prisión como presuntos suministradores del explosivo con que se cometieron los atentados del 11-M, disponían de una gran cantidad de dinamita que pretendían vender y buscaban a alguien que supiera accionar bombas a través de móviles.
Javier Lavandera Villazón advirtió en 2001 a la Guardia Civil que dos avilesinos, José Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro, actualmente en prisión como presuntos suministradores del explosivo con que se cometieron los atentados del 11-M, disponían de una gran cantidad de dinamita que pretendían vender y buscaban a alguien que supiera accionar bombas a través de móviles.