(Libertad Digital) El diario La Nueva España publica este jueves una entrevista con el confidente "El Lavandero" en la que confirma la autenticidad de la conversación revelada el miércoles por El Mundo, en la que en el verano de 2001 revelaba al agente Jesús Campillo del servicio de información de la Guardia Civil que Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras buscaban gente que supiese hacer bombas con móviles y su intención de viajar a Marruecos al salir bajo fianza de prisión.
En un primer momento el confidente dudó si denunciar los hechos por miedo, "lo primero que pensé es que si lo contaba me iban a liquidar, pero luego pensé que podía estallar una bomba y matar a un niño". Según confiesa "El Lavandero", los agentes "no sólo no me hicieron caso sino que me destaparon y ahora tengo que estar escondido".
Pese a revelar datos concretos como "que llevaban la dinamita en un Xsara dorado" o que "les dije por donde paraban y las chicas que trabajaban para ellos", "El Lavandero" insiste en que la Policía y los guardias civiles "no me hicieron caso". Detalla el confidente cómo "en la Policía Nacional medijeron que no me preocupara, que eran mineros que robaban dinamita". Fue entonces cuando probó mayor fortuna poniéndolo en conocimiento de la Guardia Civil. Tres años después, el confidente no oculta su sorpresa: "No soy un chivatilo, soy un hombnre que colaboró para evitar una desgracia".