LD (Europa Press) Rato señaló, en declaraciones a Radio Intereconomía, que la economía española "ha hecho un gran recorrido" en los últimos años, apostando por el equilibrio presupuestario y las reformas en los mercados de bienes y servicios, modelo que, en su opinión, es el "adecuado".
El ex ministro de Economía reconoció que, pese a la desaparición paulatina de circunstancias "exógenas", como la caída histórica de los tipos de interés o la percepción de fondos de la UE, que han permitido un mayor crecimiento a la economía española, existen otros factores, como el entorno mundial de mayor crecimiento y menos inflación, que son "positivos" para el crecimiento.
En este contexto, destacó que el informe preliminar del FMI sobre la economía española presentado este miércoles, indica que España tiene una posición de partida "positiva", pero subraya los riesgos a los que tiene que hacer frente en términos de diferencial de inflación y de una política presupuestaria "antiinflacionista" que suponga mantener una situación de equilibrio o superávit "más activa" que la que el Gobierno español está planteando.
En este punto, negó que el informe del FMI suponga un "aval" a la defensa de la estabilidad presupuestaria en el ciclo, tal y como defiende el Gobierno, y precisó que se limita a advertir que el concepto de ciclo es "muy difícil" de definir, al tiempo que avisa sobre los "riesgos metodológicos" que supone esta idea.
Retos de la economía española
Rato se refirió también a los retos a los que deberá enfrentarse la economía española, entre los que destacó la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales en el mercado laboral, del suelo o en la negociación colectiva. Sobre la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria anunciada por el Gobierno, recomendó, tal y como indica el informe, que debe hacerse en paralelo con el avance de la transparencia en la información aportada por las comunidades.
En esta misma línea, Rato afirmó que es "urgente" plantear una reforma del modelo público de pensiones "sin más dilaciones", en línea con los cambios introducidos en 1997, ya que en este momento cualquier modificación podría hacerse de forma "suave y moderada", mientras que la prolongación en el tiempo de la situación actual plantearía medidas "más drásticas" y con un mayor coste social.
En materia de vivienda, planteó la necesidad de "modificar" los incentivos a la compra de inmuebles porque, a su juicio, "no son necesarios" en este momento, dado el aumento imparable de la demanda para la adquisición de vivienda. Junto a ello, aconsejó también modificar la Ley del Suelo para aumentar la oferta actual.