LD (EFE) El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que el PIB español crecerá este año cerca del 2,6 por ciento (dos décimas menos de la previsión del Gobierno) y espera que en el 2005 se estabilice alrededor de esa tasa (cuando el Ejecutivo de Zapatero espera un alza del 3 por ciento).
En su Informe anual sobre España, cuyas conclusiones preliminares fueron presentadas este miércoles, el FMI mantiene su anterior previsión de crecimiento para este año y rebaja tres décimas la del próximo, sobre una hipótesis de precio del petróleo en 2005 once dólares superior a la incluida en los presupuestos del PSOE (33,5 dólares).
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, ha reiterado que el Gobierno no planea modificar el cuadro macroeconómico para el año que viene, pero ha admitido que parece más difícil que hace unos meses alcanzar un crecimiento del 3 por ciento. Por su parte, el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, ha recomendado al Gobierno de Zapatero que siga con el modelo de crecimiento de los últimos años.
El FMI valora la evolución global de la economía española y apoya las prioridades económicas del nuevo Ejecutivo –estabilidad fiscal, transparencia y alza de la productividad–, pero muestra su preocupación por la persistencia del diferencial de inflación con la zona euro y del 'boom' inmobiliario, ya que considera que el Plan de Choque de la Vivienda "no consigue enfrentarse a los principales problemas" de este mercado.
Frente a la subida del petróleo, recomienda al Gobierno que deje que los precios interiores se ajusten libremente para incentivar la eficiencia energética, y subraya que cualquier medida para mitigar sus consecuencias ha de ser temporal y limitarse a los sectores verdaderamente vulnerables.
En lo que respecta a la estabilidad presupuestaria, el FMI cree que el Gobierno debería intentar que el superávit del conjunto de las administraciones públicas fuera el año que viene superior al 0,1 por ciento del PIB previsto. Además, propone que el saldo positivo de la Seguridad Social (la previsión es del 0,7 por ciento del PIB) se destine completamente al ahorro, sin acometer recortes de las cotizaciones o incrementos del gasto social.
A su juicio, un superávit mayor ayudaría a afrontar el envejecimiento de la población que, en caso contrario, puede provocar un agudo incremento de la deuda pública, por lo que aconseja dar máxima prioridad a la reforma de las pensiones, con el incremento gradual de la edad de jubilación efectiva y la mejor alineación entre los beneficios y las contribuciones. Entre los puntos que deben ser corregidos, apunta ciertos factores que incentivan perversamente la jubilación anticipada, la "excesivamente generosa pensión por viudedad" y los abusos en las prestaciones por incapacidad.
Por último, el FMI destaca el avance que supuso la Ley de Estabilidad Presupuestaria, pero insiste en que es crucial extender la disciplina fiscal en todas las administraciones. Así, sugiere que las comunidades autónomas usen también el techo de gasto y el fondo de contingencia, así como aumentar su poder de recaudación y mejorar la transparencia de sus cuentas.
En su Informe anual sobre España, cuyas conclusiones preliminares fueron presentadas este miércoles, el FMI mantiene su anterior previsión de crecimiento para este año y rebaja tres décimas la del próximo, sobre una hipótesis de precio del petróleo en 2005 once dólares superior a la incluida en los presupuestos del PSOE (33,5 dólares).
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, ha reiterado que el Gobierno no planea modificar el cuadro macroeconómico para el año que viene, pero ha admitido que parece más difícil que hace unos meses alcanzar un crecimiento del 3 por ciento. Por su parte, el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, ha recomendado al Gobierno de Zapatero que siga con el modelo de crecimiento de los últimos años.
Críticas al Plan de Choque de la Vivienda
El FMI valora la evolución global de la economía española y apoya las prioridades económicas del nuevo Ejecutivo –estabilidad fiscal, transparencia y alza de la productividad–, pero muestra su preocupación por la persistencia del diferencial de inflación con la zona euro y del 'boom' inmobiliario, ya que considera que el Plan de Choque de la Vivienda "no consigue enfrentarse a los principales problemas" de este mercado.
Esta entidad considera que las medidas incorporadas en el plan de la ministra Trujillo, a pesar de reforzar el programa de viviendas protegidas y promover el alquiler, serán "meros paliativos con efectos limitados". A su juicio, la solución de estos problemas pasa por eliminar gradualmente el desigual tratamiento fiscal de la propiedad y el alquiler derivado de las deducciones que favorecen la propiedad y pesan gravemente en el presupuesto. Además, también considera que sería necesario cambiar el marco legal "que perjudica al alquiler y ahoga la oferta en este mercado".
Achaca la inflación a la falta de competencia en el sector comercial
El organismo multilateral sostiene que el diferencial de inflación se debe en parte a la insuficiente competencia en sectores protegidos y advierte del riesgo de que el uso generalizado de cláusulas de revisión salarial perpetúe los efectos del encarecimiento del crudo. En este sentido, el FMI critica las restricciones a la competencia efectiva en la distribución comercial y reseña que la última regulación aprobada va en contra de esfuerzos previos de liberalización.
En lo que respecta a la estabilidad presupuestaria, el FMI cree que el Gobierno debería intentar que el superávit del conjunto de las administraciones públicas fuera el año que viene superior al 0,1 por ciento del PIB previsto. Además, propone que el saldo positivo de la Seguridad Social (la previsión es del 0,7 por ciento del PIB) se destine completamente al ahorro, sin acometer recortes de las cotizaciones o incrementos del gasto social.
A su juicio, un superávit mayor ayudaría a afrontar el envejecimiento de la población que, en caso contrario, puede provocar un agudo incremento de la deuda pública, por lo que aconseja dar máxima prioridad a la reforma de las pensiones, con el incremento gradual de la edad de jubilación efectiva y la mejor alineación entre los beneficios y las contribuciones. Entre los puntos que deben ser corregidos, apunta ciertos factores que incentivan perversamente la jubilación anticipada, la "excesivamente generosa pensión por viudedad" y los abusos en las prestaciones por incapacidad.
Por último, el FMI destaca el avance que supuso la Ley de Estabilidad Presupuestaria, pero insiste en que es crucial extender la disciplina fiscal en todas las administraciones. Así, sugiere que las comunidades autónomas usen también el techo de gasto y el fondo de contingencia, así como aumentar su poder de recaudación y mejorar la transparencia de sus cuentas.