LD (EFE) El auto de la sección decimoquinta de la Audiencia Provincial de Madrid concluye que "la causa no necesita permanecer abierta por más tiempo" por lo que decreta el "sobreseimiento libre y el archivo de las actuaciones". En los razonamientos jurídicos del auto, los magistrados precisan que los informes periciales no pueden confirmar la veracidad de la carta en la que supuestamente Pedro Sentieri propone a Julio San Martín mentir en el juicio del "caso Urbanor", que finalizó en marzo de 2003 con la condena de los "Albertos" a 3 años y 4 meses de prisión por los delitos de falsedad en documento y estafa.
Fuentes de la representación legal de los "Albertos" confirmaron que todavía no está todo dicho y que recurrirán este auto en casación ante el Tribunal Supremo.
La carta apareció en un buzón particular en un momento muy oportuno
La Audiencia tiene en cuenta que en los dos peritajes efectuados, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, se concluye que la firma de la carta es de Pedro Sentieri, pero no se puede acreditar que el resto de la misiva, escrita a través de impresora, sea auténtica. "Se admite la utilización de dos tamaños de letra; diferentes momentos escriturales, así como el empleo de diferentes máquinas impresoras y en diferentes actos", señala el auto para justificar su decisión. Además, los magistrados de la sección decimoquinta también plantean dudas sobre la forma en que apareció la carta –remitida por correo a una particular– y sobre el momento en que salió a la luz –tras la condena de Alcocer y Cortina por el Tribunal Supremo–.
Igualmente, señalan que "resulta incomprensible que alguien en su sano juicio documente su propósito de delinquir y proponga al supuesto destinatario de la carta que actúe de igual manera" y que luego esa misiva no sea destruida. Por otra parte, el auto desestima el recurso de apelación interpuesto por Alcocer y Cortina, en el que, a la vista de la citada carta, pedían la revisión del "Caso Urbanor", por el fueron condenados.
Los "Albertos" aún siguen en libertad
Los financieros todavía no han ingresado en prisión, dado que el Constitucional suspendió, a mediados de 2003, su entrada en la cárcel, al aceptar el recurso de amparo y hasta que se resuelvan sus alegaciones referentes a la vulneración de sus derechos constitucionales en el proceso por el que fueron condenados. Tras la decisión del Tribunal Constitucional, el "caso Urbanor" no volvió a la primera página de actualidad hasta abril de 2003, cuando apareció la mencionada carta en el buzón de la editora y documentalista Gloria Álvarez, lo que permitió al juzgado número 11 de Madrid abrir nuevas diligencias.
En esta carta, Sentieri sugería supuestamente a San Martín que no revelara que cuando eran socios de los "Albertos" en la sociedad Urbanor les interesó percibir por los terrenos donde finalmente se instalaron las Torres KIO un menor precio, dado que "manifestarlo haría más difícil probar la estafa que cometieron y no debemos dar motivos para debilitar lo evidente, que nos estafaron".
Los financieros todavía no han ingresado en prisión, dado que el Constitucional suspendió, a mediados de 2003, su entrada en la cárcel, al aceptar el recurso de amparo y hasta que se resuelvan sus alegaciones referentes a la vulneración de sus derechos constitucionales en el proceso por el que fueron condenados. Tras la decisión del Tribunal Constitucional, el "caso Urbanor" no volvió a la primera página de actualidad hasta abril de 2003, cuando apareció la mencionada carta en el buzón de la editora y documentalista Gloria Álvarez, lo que permitió al juzgado número 11 de Madrid abrir nuevas diligencias.
En esta carta, Sentieri sugería supuestamente a San Martín que no revelara que cuando eran socios de los "Albertos" en la sociedad Urbanor les interesó percibir por los terrenos donde finalmente se instalaron las Torres KIO un menor precio, dado que "manifestarlo haría más difícil probar la estafa que cometieron y no debemos dar motivos para debilitar lo evidente, que nos estafaron".