(Libertad Digital) Lo cierto es que el pasado 20 de octubre, el grupo parlamentario del PP solicitó, a través de su senador José Manuel García Ballestero, la dimisión de la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, por entender que es responsable de la "falta clara y evidente" de una política de vivienda para España. García Ballestero recordó que son "muchas" las rectificaciones a las que se ha visto obligado el Ministerio de la Vivienda en los últimos meses y lamentó el "triste espectáculo" de los "continuos bandazos" de la ministra, y aseguró que "esos despropósitos harían dimitir a cualquiera". En opinión del senador del PP, Trujillo debe dimitir, o bien ser cesada por el presidente del Gobierno, "por el interés general de España y de los españoles" ya que la "falta de rigor y la demagogia deben tener un límite".
Unos días antes, el gabinete de Moncloa se vio forzado a frenar el pretendido “apagón estadístico” anunciado por María Antonia Trujillo el miércoles 13 de octubre. Esta cuestión causó “un profundo malestar” entre sus colegas del Gobierno, según publicó en su edición del sábado 16 el diario El País, que afirmaba, al igual que Expansión, que Moncloa presionó a la ministra de Vivienda para que rectificara y difundiera la estadística correspondiente al segundo trimestre.
Según contaba esa información, las discrepancias con Trujillo se hicieron evidentes durante la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, el jueves día 14, cuando el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, mostró abiertamente su oposición a la decisión de la ministra. A esa reunión también asistió Miguel Sebastián, asesor de José Luis Rodríguez Zapatero y uno de los economistas que más criticó la ausencia de datos estadísticos durante el Gobierno del PP, calificándolo de “apagón estadístico”. Ese fin de semana fuentes socialistas filtraron al ABC y El Mundo que Trujillo había presentado su dimisión el viernes día 15, 24 horas después de la reunión de la comisión en la que se había visto las caras con Solbes y Sebastián, y el mismo día que se celebra el Consejo de Ministros. Según explicaba ABC, Rodríguez Zapatero descartó esta posibilidad porque “ahora no toca crisis de Gobierno”, aunque sí que pidió a su ministra que “module al máximo sus declaraciones, con el objetivo de dar un perfil menos controvertido”.
No tardó el diario El País en editorializar sobre el tema con un título descriptivo. “El ministerio de los líos”. Una de las razones que aducía el editorial para reflejar el fracaso del ministerio era "la falta de pulso político de María Antonia Trujillo para pilotar los vaivenes del departamento". Las nuevas informaciones de El Siglo parece poner en la picota lo que podría ser la primera crisis del Gobierno de Zapatero, en un ministerio llamado a ser símbolo de sus políticas y que nunca debería haber pasado de dirección general. Todo parece abonado para la salida de la ministra.
Pero el apagón estadístico no ha fue la única rectificación de Trujillo en la que ya se puede llamar la fatídica semana de Trujillo que ha podido dar al traste con su permanencia en el Ejecutivo de Zapatero. El jueves, la ministra anunció en el Senado que el futuro plan de vivienda se aplazaba un año, hasta 2006. Se da la circunstancia de que fue ella misma, el pasado mes de julio, en este mismo foro, la que anunció que el plan de vivienda sería de 2005 a 2008.
Además, la preocupación aumentó en Moncloa tras la dimisión, a primeros del mes pasado, del número dos de la ministra Trujillo, Javier Mauleón, por las desavenencias con la política extremeña. La marcha de Mauleón cobró más importancia al tratarse, de un clásico y veterano de las administraciones socialistas. Según la revista socialista El Siglo, la versión extraoficial que circula es la de incompatibilidad de caracteres, pero lo cierto es que, según precisa la revista, la marcha se habría producido por la “exasperante dificultad de Trujillo para tomar decisiones”.
A título anecdótico, el pasado 1 de septiembre se conoció lo ocurrido en Peraleda de Zaucejo, en Badajoz. Según el Centro de Urgencias 112, el pasado 5 de agosto se recibió una llamada en la que se alertaba "de una urgencia médica que padece Doña María Antonia Trujillo", una picadura de un insecto. Se desplazó a un helicóptero que finalmente no hizo falta porque ya le habían administrado a la ministra un antihistamínico. Para Tomás Martín, portavoz del PP en la Asamblea de Extremadura, el dispositivo fue una exageración. Además, se trataba del único helicóptero de urgencias de la zona.