L D (EFE) Morientes alaba su etapa en el club monegasco, en el que jugó cedido la pasada temporada y alcanzó la final de la Liga de Campeones, competición de la que fue el máximo goleador.
El jugador dijo al diario francés que "todo el mundo sabe que quiero al Real Madrid y que deseo continuar en este club mucho tiempo. Pero si me fuera de nuevo, Mónaco sería mi primera elección". "Sentí que con Didier Deschamps podía pasar algo bueno (...) Funcionó la magia. Desde entonces sé que en Mónaco tengo una puerta abierta. Me gustaría cruzarla algún día", dijo.
El jugador reconoció que la salida de José Antonio Camacho del club ha complicado su situación, porque ahora tiene que ganarse "la confianza de otro entrenador", Mariano García Remón, con el que todavía no ha tenido la ocasión de hablar de su situación. "Me quedé porque la llegada de Camacho me daba confianza. Es un entrenador al que conozco de lo selección", dijo.
Tampoco le gustó al jugador la llegada al club del delantero Michael Owen, el preferido del presidente, Florentino Pérez. "Parece que Florentino Pérez habla mucho de Owen... Es normal. Es el traspaso que decidió el presidente este año", dijo el jugador que se mostró dolido por su suplencia en el partido contra el Deportivo de La Coruña, en el que Ronaldo estaba ausente por lesión. "Este verano hablé con Camacho y sabía que había tres delanteros para dos puestos. En un partido como ese yo debería haber jugado 80 o 90 minutos. Pero con la llegada de otro delantero todo es más difícil", comentó.
La posible decisión de dejar el Real Madrid Morientes la tomará "cuando sea el momento", aunque por ahora no tiene contactos con otros clubes: "He tomado la decisión de jugar en el Madrid y las cosas tendrían que ir muy mal para que cambie esta apuesta", concluyó.