LD (EFE) El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, cree que la subida del petróleo puede tener un impacto negativo sobre la inflación y el crecimiento, aunque confía en que sea compensado con el efecto de la recuperación europea, la estabilidad de los tipos de interés a largo plazo y el avance del empleo.
"Sin menospreciar la evolución del precio del petróleo, no hay que sacar el tema de contexto", dijo Solbes, quien consideró "simplista" concluir que un alza del crudo superior a lo previsto provocará una caída del crecimiento económico, puesto que existen otros factores que también inciden, como la recuperación de las economías europeas, constatada por la OCDE y el FMI, la previsible estabilidad de los tipos de interés a largo plazo y la positiva evolución del empleo.
Solbes reiteró que "es alcanzable" un aumento del PIB del 3 por ciento en 2005 y confió en que, "si no hay ningún elemento nuevo", podrá demostrar que su previsión de crecimiento es "prudente", además de compatible con la estabilidad presupuestaria considerada "a lo largo del ciclo" y en la responsabilidad que tienen las comunidades autónomas para lograrla.
El vicepresidente explicó que los presupuestos para 2005 pretenden impulsar un nuevo modelo de crecimiento, basado en el aumento de la productividad y la mayor competencia en los mercados. No obstante, precisó que estos presupuestos "no son la primera piedra que nos hubiera gustado poner" para impulsar un nuevo modelo económico, pero "la zanja ya estaba hecha".
"Sin menospreciar la evolución del precio del petróleo, no hay que sacar el tema de contexto", dijo Solbes, quien consideró "simplista" concluir que un alza del crudo superior a lo previsto provocará una caída del crecimiento económico, puesto que existen otros factores que también inciden, como la recuperación de las economías europeas, constatada por la OCDE y el FMI, la previsible estabilidad de los tipos de interés a largo plazo y la positiva evolución del empleo.
Solbes reiteró que "es alcanzable" un aumento del PIB del 3 por ciento en 2005 y confió en que, "si no hay ningún elemento nuevo", podrá demostrar que su previsión de crecimiento es "prudente", además de compatible con la estabilidad presupuestaria considerada "a lo largo del ciclo" y en la responsabilidad que tienen las comunidades autónomas para lograrla.
El vicepresidente explicó que los presupuestos para 2005 pretenden impulsar un nuevo modelo de crecimiento, basado en el aumento de la productividad y la mayor competencia en los mercados. No obstante, precisó que estos presupuestos "no son la primera piedra que nos hubiera gustado poner" para impulsar un nuevo modelo económico, pero "la zanja ya estaba hecha".
Nuevo modelo económico basado en la productividad
Solbes reseñó que el texto elaborado por el Ejecutivo sienta las bases de la futura política social, contribuye a la equidad y la justicia entre generaciones, da cumplimiento a los compromisos adquiridos con la UE y favorece la expansión de la actividad económica, al tiempo que atenúa las tensiones inflacionistas.
Para aumentar la productividad de la economía española, con el objetivo de que su crecimiento se sitúe en el 0,9 por ciento desde el 0,7 por ciento de los últimos años, el Ejecutivo introducirá mayor competencia en los mercados de bienes y servicios. Además, mejorará el funcionamiento del sistema financiero y del mercado de trabajo, reforzará la política de defensa de la competencia, aumentará la calidad del marco regulatorio y reorientará el gasto público de forma compatible con la estabilidad.
En este sentido, indicó que las prioridades presupuestarias del año que viene serán el gasto social, que crece el 9,5 por ciento y se sitúa por encima del cincuenta por ciento del presupuesto, y el impulso de la productividad, por medio de la inversión en I+D+i (que sube más del 25 por ciento), infraestructuras (el 9,1 por ciento) y educación (el 7,9 por ciento).
En este sentido, indicó que las prioridades presupuestarias del año que viene serán el gasto social, que crece el 9,5 por ciento y se sitúa por encima del cincuenta por ciento del presupuesto, y el impulso de la productividad, por medio de la inversión en I+D+i (que sube más del 25 por ciento), infraestructuras (el 9,1 por ciento) y educación (el 7,9 por ciento).
Eliminación de la Ley de Acompañamiento
Destacó que el Gobierno ha prescindido de la llamada ley de acompañamiento, que nació en 1994 con 43 artículos y que el año pasado ya contaba con 136, que regulaban materias dispares y en algunos casos "muy discutibles", como la denominada acción de oro, sanciones por dopaje o modificaciones del código penal, entre muchas otras.
Para volver a colocar al Parlamento "en el centro del debate democrático", explicó Solbes, y con el fin de aumentar la transparencia y credibilidad de los presupuestos, el Ejecutivo ha suprimido esta ley "a pesar de la cierta incomodidad" que esto supone.