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Cuba acusa de "terroristas y mercenarios" a los "anticastristas" indultados en Panamá

La dictadura de Fidel Castro ha calificado a los cuatro "anticastristas" indultados por el Gobierno de Panamá como "viles delincuentes comunes, terroristas y mercenarios" y los acusó de cometer crímenes y múltiples actos de terrorismo contra la isla. Los excarcelado, detenidos en noviembre de 2000, fueron acusados de planear un atentado con explosivos en contra de Fidel Castro durante la Cumbre Iberoamericana.

LD (EFE) Una declaración del régimen de La Habana anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Panamá, después de que la presidenta Mireya Moscoso indultara a los anticastristas de origen cubano Luis Posada Carriles, Pedro Remón Rodríguez, Gaspar Jiménez Escobedo y Guillermo Novo Sampoll.
 
La nota oficial cubana acusó a Posada Carriles de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en el que perdieron la vida 73 personas en 1976 cerca de Barbados, delito por el cual fue condenado en Venezuela, escapó de la cárcel y es considerado prófugo de la justicia de ese país. También lo responsabilizó de la oleada de atentados con bombas contra varias instalaciones hoteleras cubanas en 1997, que costó la vida al joven turista italiano Fabio di Celmo, y de múltiples planes de asesinato contra el presidente cubano, Fidel Castro.
 
Cuba culpa también a Gaspar Jiménez Escobedo del asesinato del técnico pesquero cubano Artañán Díaz Díaz, en México, en una fecha no precisada, y de participar en la preparación de los atentados contra hoteles cubanos y en el entrenamiento de los mercenarios reclutados para esas acciones terroristas. Jiménez, de 69 años, fue prófugo de la justicia mexicana, tras ser procesado por tráfico de explosivos y drogas.
 
A Guillermo Novo le implicó directamente en el asesinato en Washington en 1976 del que fuera canciller chileno Orlando Letelier, y le atribuyó la colocación de artefactos explosivos en Embajadas de Cuba, en aeronaves y embarcaciones de países que realizan intercambios económicos con la isla.
 
Pedro Remón fue acusado por el Gobierno cubano de asesinar, en Nueva York, al diplomático cubano Félix García Rodríguez, el 11 de septiembre de 1980, y al ciudadano cubano José Eulalio Negrín. Recalcó que, "a la par, colocó bombas en la sede de la Misión Permanente de Cuba ante la ONU a fines de 1979, y atentó contra la vida del embajador cubano ante las Naciones Unidas pocos meses después".

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