Entonces, y en la rueda de prensa posterior, Maragall explicó que el presidente era “favorable” a su propuesta de reconocer explícitamente en la Constitución las nacionalidades históricos. Minutos después compareció el ministro Sevilla, que dijo que no lo podía “ni confirmar ni desmentir” aunque remitió a su compañero de partido a la modificación de la Constitución planteada por el Gobierno, que contempla cuatro reformas concretas: sucesión monárquica, Senado, nombre de las Comunidades Autónomas y Constitución Europea.
Escueto mensaje a Ibarretxe
El presidente de la Generalidad ya ha reconocido que comparte "el fondo pero no la forma" del proyecto separatista del lehendakari. Una afirmación que también le costó el matiz del Gobierno. En este caso, la vicepresidenta primera le tuvo que aclarar que esa propuesta "no es asumible ni por el Ejecutivo ni por el PSOE".
Este jueves, en su conferencia en El Escorial, Maragall ha transmitido a Ibarretxe su deseo de que "cambie la singladura del proyecto vasco de modificación de la relación con el Estado".