L D (EFE) Hacia las 21:00 horas de este miércoles, los okupas decidieron disolver la protesta en la confluencia de la carretera de Sants con la calle Espanya Industrial, cerca del edificio desalojado, e instantes después algunos jóvenes arrojaron una decena de contenedores a la calzada y les han prendido fuego. Posteriormente, tiraron piedras contra cajeros automáticos y oficinas de empresas inmobiliarias antes de que las furgonetas de los agentes antidisturbios desplazados a la zona ocupasen el tramo de la carretera de Sants donde se han producido los incidentes.
Un autobús de la línea 157 ha quedado atrapado en dicha zona y, según han declarado el conductor, los disturbios han sido provocados por "un grupo de entre 50 y 80 encapuchados" que han hecho pintadas sobre la carrocería del vehículo. Minutos después han llegado a la zona dotaciones de los Bomberos de Barcelona para apagar los contenedores incendiados y despejar la vía pública, de manera que a las 21.30 horas ha sido restablecida la circulación por la carretera de Sants y otras calles de los alrededores.
La manifestación, encabezada por una pancarta con el lema "Hamsa contra las mafias inmobiliarias", se inició hacia las 20:00 horas en la plaza de Sants, desde donde los participantes, en su mayoría jóvenes, recorrieron distintas calles del distrito coreando frases como "Hamsa es y será un espacio liberado" o "El tripartito desaloja por la noche".
Heridos durante los incidentes
Dos agentes de la Guardia Urbana y un periodista de La Vanguardia resultaron heridos en los incidentes registrados al término de la manifestación "okupa". Según fuentes de la Guardia Urbana de Barcelona, un sargento y un agente circulaban en un coche patrulla por la carretera de Sants a la altura de la calle Guadiana cuando se han visto rodeados por un grupo de okupas que han comenzado a arrojar piedras, botellas y un cóctel Molotov contra el vehículo, algunas de las cuales alcanzaron a los agentes.
Uno de los guardias ha logrado salir del vehículo, que ha quedado "destrozado", y ha tenido que "esgrimir su arma reglamentaria porque ha visto peligrar su vida", aunque no ha efectuado ningún disparo, según las mismas fuentes. Los agentes de la Guardia Urbana que han resultado heridos heridos han recibido asistencia sanitaria en la Mutua Universal. El periodista de La Vanguardia Lluís Sierra, que se encontraba en las inmediaciones, ha sido alcanzado por una botella y ha sufrido una brecha en la cabeza, por lo que ha sido trasladado al Hospital Clínico.
Por parte, fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona han informado de que un joven ha sido detenido como presunto autor de un incendio durante los disturbios, mientras que dos transeúntes –uno de ellos un chico de 16 años– también han resultado heridos por el lanzamiento de objetos.