L D (EFE) En su comparecencia en la comisión parlamentaria del 11-M, Díaz de Mera realizó una primera intervención antes de someterse a las preguntas de los diputados para dejar claro que el Gobierno del PP no mintió durante el día 11 y posteriores, y aseguró que "fueron otros los que mintieron y contaminaron a los ciudadanos para influir en las elecciones generales".
Aprovechó el ex responsable de la Policía para definir a José María Aznar como el político que "con más determinación democrática ha combatido" el terrorismo y para defender la actuación del ex ministro del Interior Ángel Acebes, un hombre "honesto y responsable" que siempre "dijo lo que le dijimos y le dijimos lo que sabíamos en cada momento".
Deslealtad de dos policías
No así, algunos agentes de la Policía. Después de mostrar su absoluto respeto hacia el Cuerpo, manifestó tener la "evidencia" de que el 11-M dos agentes policiales cometieron "la deslealtad" de "engañar al PSOE" con datos falsos para "hacer méritos", pero reconoció que no abrió una investigación interna sobre este asunto. Díaz de Mera también descartó que hubiera "imprevisión" antes del 11-M y denunció que en la jornada de reflexión "se conculcó flagrantemente la legalidad". Aunque matizó que el respeto al resultado de los comicios "no es incompatible con poner en cuestión la legitimidad vinculada a la ausencia de conculcación de la legalidad del día13".
Díaz de Mera aseguró que "el PP dijo escrupulosamente la verdad con referencia a la furgoneta" encontrada en las inmediaciones de la estación de tren de Alcalá de Henares, y "fueron otros los que contaminaron la opinión de los ciudadanos y mintieron". En su opinión, estas mentiras se dirigían a "influir en la conciencia ciudadana para emitir el voto el 14-M", porque "no hubo ningún suicida". El ex director general de la Policía aseguró que "la línea islamista cobró fuerza tras traducir el vídeo reivindicativo", que fue encontrado el sábado día 13 por la tarde en una papelera próxima a la autopista de circunvalación M-30.
Añadió que la amenaza en Europa es alta, por zonas regionales, ya que los terrorismos regionales "son un serio problema de larga duración", al que ahora se ha añadido el islamista. No obstante, insistió en que la amenaza de terrorismo internacional era compartida por todas las policías del mundo. Como instrumentos de prevención subrayó la cooperación internacional y los servicios de inteligencia e información, que tienen que funcionar con "la agilidad y el dinamismo" que requiere una amenaza de "tanta potencia". Recordó que antes la Unión Europea era "un campo fértil para la "jihad" (lucha en defensa del Islam)", porque en casi todos los Estados se habían identificado seguidores de la "jihad", encargados de prestar apoyo logístico y labores de reclutamiento. También explicó que se ha comprobado que los grupos terroristas "tienden hacia la autosuficiencia", y que sus activistas intentan "evitar las mezquitas y los grupos radicales conocidos dentro de su comunidad". Agregó que la "jihad" es un fenómeno global que no puede ser visto como restringido a algunas zonas geográficas.