(Libertad Digital) Antonio Rubio publica este martes en El Mundo, día en el comienzan las comparecencias en la comisión, como Rafá Zouhier, confidente de la Guardia Civil –detenido por su presunta colaboración en la obtención de los explosivos utilizados en los atentados del 11-M–, habría recibido en la cárcel la visita de tres miembros de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO).
En la comitiva también estaría el oficial de la Benemérita que le controlaba como confidente, para darle un consejo, que no hablara con nadie, ni juez, ni prensa, ni comisión. “Tú eres de los nuestros y te vamos a sacar de aquí, pero no tienes que hablar con nadie de los explosivos, ni con el juez, ni con la Comisión, ni con la prensa, ni con tu abogado”, le dijeron.
Días antes de la visita a Valdemoro se constituyó la comisión del 11-M y desde el principio se especuló con que comparecerían los confidentes. Zouhier denunció en una carta enviada al ministro del Interior, amenazas de muerte en la cárcel de Valdemoro –"se me ha puesto de manifiesto que los miembros de la UCO podrían enviar un sicario a la cárcel para asesinarme"–, motivo por el cuál Del Olmo ordenó que se le trasladara a la prisión de Aranjuez.