L D (EFE) En declaraciones a la Cadena SER, Josep Borrell se felicitó por el triunfo de su partido en los comicios europeos celebrados el domingo y restó importancia a los resultados obtenidos por el PP asegurando que "quien no se consuela es porque no quiere".
Insistió en que los populares "pretendían una revancha", así como "demostrar" que los resultados de las elecciones generales del 14 de marzo "se debían al trágico atentado" del 11-M, y subrayó que "no ha sido así". Estimó que las encuestas "se equivocaron sobre todo en la participación" y dijo que "está claro que con una participación del 60 o el 65 por ciento, como algunos auguraban", la diferencia entre el resultado logrado por el PSOE y el del PP "hubiera sido muchísimo mayor".
Borrell afirmó que esa escasa participación "no puede dejar satisfechos a los que tenemos la vocación de construir un proyecto político", porque "manifiestamente los ciudadanos no se han sentido demasiado implicados" con Europa. El candidato socialista, que hizo de Irak la bandera de su campaña, argumentó ahora que a los ciudadanos "les preocupa lo que les preocupa, el empleo, la salud, la pensión, el acceso a la vivienda y también por supuesto el mundo en el que van a vivir, pero sobre todo y de forma más inmediata y directa su vida cotidiana", y reconoció que "muy probablemente no se hace el puente lógico entre esas preocupaciones y el papel que Europa puede jugar para resolverlas".
Preguntado por si los resultados electorales pueden influir en las negociaciones sobre la futura Constitución Europea, expresó su preocupación por la posibilidad de que el Reino Unido pueda "endurecer su posición". Hizo hincapié en que si no se consigue "crear eso que llaman un momento constitucional", es decir "que se cree un mínimo de interés y de pasión casi por una idea política, la ratificación de la Constitución Europea en algunos países puede ser "complicada".
Insistió en que los populares "pretendían una revancha", así como "demostrar" que los resultados de las elecciones generales del 14 de marzo "se debían al trágico atentado" del 11-M, y subrayó que "no ha sido así". Estimó que las encuestas "se equivocaron sobre todo en la participación" y dijo que "está claro que con una participación del 60 o el 65 por ciento, como algunos auguraban", la diferencia entre el resultado logrado por el PSOE y el del PP "hubiera sido muchísimo mayor".
Borrell afirmó que esa escasa participación "no puede dejar satisfechos a los que tenemos la vocación de construir un proyecto político", porque "manifiestamente los ciudadanos no se han sentido demasiado implicados" con Europa. El candidato socialista, que hizo de Irak la bandera de su campaña, argumentó ahora que a los ciudadanos "les preocupa lo que les preocupa, el empleo, la salud, la pensión, el acceso a la vivienda y también por supuesto el mundo en el que van a vivir, pero sobre todo y de forma más inmediata y directa su vida cotidiana", y reconoció que "muy probablemente no se hace el puente lógico entre esas preocupaciones y el papel que Europa puede jugar para resolverlas".
Preguntado por si los resultados electorales pueden influir en las negociaciones sobre la futura Constitución Europea, expresó su preocupación por la posibilidad de que el Reino Unido pueda "endurecer su posición". Hizo hincapié en que si no se consigue "crear eso que llaman un momento constitucional", es decir "que se cree un mínimo de interés y de pasión casi por una idea política, la ratificación de la Constitución Europea en algunos países puede ser "complicada".