L D (Agencias) Según recoge elmundo.es, también los comentaristas de todas las cadenas de televisión han coincidido en la frialdad de la retransmisión del enlace, la falta de primeros planos y detalles y la ausencia de imágenes durante la comunión.
El buen tiempo animó a cientos de personas que desde primera hora de la mañana se arremolinaron a las puertas de la Almudena, cerrada durante varias horas para adaptarla a las visitas, y cuya decoración permanecerá inalterable durante unos días para que el público pueda observar 'in situ' el embellecido recinto, al igual que la carpa situada en el Patio del Príncipe del Palacio Real, donde tuvo lugar el banquete nupcial, y que se podrá visitar a partir de este lunes, informa Efe.
Los curiosos que se acercaron hasta el Palacio Real para contemplar la decoración floral que presentaba ayer la zona donde se celebró la boda real se mostraron sorprendidos de que los geranios de los maceteros situados en la plaza de Oriente hubieran sido arrasados, "somos incorregibles. Esto es una mala imagen de cara al turismo" afirmaba una pareja que paseaba aprovechando el día festivo.
Los curiosos que se acercaron hasta el Palacio Real para contemplar la decoración floral que presentaba ayer la zona donde se celebró la boda real se mostraron sorprendidos de que los geranios de los maceteros situados en la plaza de Oriente hubieran sido arrasados, "somos incorregibles. Esto es una mala imagen de cara al turismo" afirmaba una pareja que paseaba aprovechando el día festivo.
Críticas a la retransmisión
Un cielo gris y lluvioso impidió que una mayor afluencia de personas acompañara a los príncipes de Asturias en su recorrido hasta la Basílica de Atocha, según la mayoría de los viandantes. Sin embargo, casi todos coinciden en que vieron la boda real en televisión, de cuya realización se quejaron "demasiada panorámica de Madrid y la catedral. En un enlace como éste lo que queremos ver son gestos de los novios y a los invitados", apuntaban dos hermanas que observaban cómo se retiraban las primeras coronas que engalanaban las farolas situadas frente al Palacio Real.
Otros puntos que congregaban a numerosos ciudadanos son la Plaza de La Cibeles, el Paseo del Prado y la Glorieta de Atocha, donde permanece en pie el "Bosque de los Ausentes", en el que el presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, depositó este domingo dos ramos de rosas blancas en homenaje a las 192 víctimas de los atentados del 11-M, cinco de ellas eran compatriotas suyos, momento al que asistieron decenas de ecuatorianos.
Un cielo gris y lluvioso impidió que una mayor afluencia de personas acompañara a los príncipes de Asturias en su recorrido hasta la Basílica de Atocha, según la mayoría de los viandantes. Sin embargo, casi todos coinciden en que vieron la boda real en televisión, de cuya realización se quejaron "demasiada panorámica de Madrid y la catedral. En un enlace como éste lo que queremos ver son gestos de los novios y a los invitados", apuntaban dos hermanas que observaban cómo se retiraban las primeras coronas que engalanaban las farolas situadas frente al Palacio Real.
Otros puntos que congregaban a numerosos ciudadanos son la Plaza de La Cibeles, el Paseo del Prado y la Glorieta de Atocha, donde permanece en pie el "Bosque de los Ausentes", en el que el presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, depositó este domingo dos ramos de rosas blancas en homenaje a las 192 víctimas de los atentados del 11-M, cinco de ellas eran compatriotas suyos, momento al que asistieron decenas de ecuatorianos.
Homenaje a las víctimas del 11-M
También el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, antes de abandonar la capital de España, se acercó esta mañana a depositar en la estación de trenes de Atocha una corona de laurel en memoria de las personas fallecidas en los ataques terroristas, tres de ellas colombianas, acto que congregó a un centenar de colombianos. Este punto del recorrido de los novios el sábado, la plaza de Atocha, es el que concentra mayor desencanto de la población española e iberoamericana en Madrid, quienes esperaban, apostados en los alrededores, que los príncipes de Asturias "redujeran el paso" ante el "Bosque de los Ausentes".
En un tono más "rosa", algunos jóvenes y señoras se mostraban "defraudados" por el beso "demasiado recatado" que se dieron en el balcón del Palacio, "tenían que haberse dado un piquito. Hubieran dado gusto a todas las personas que estábamos, bajo la lluvia, esperando ese momento". La ceremonia del enlace divide a los madrileños, mientras para unos la boda real estuvo "preciosa", otros esperaban un acto más "cálido" y gestos más "cariñosos" de los contrayentes, a quienes las "excesivas medidas de seguridad", no permitieron el acercamiento del público, apuntan entristecidos algunos viandantes, y que tampoco permitió disfrutar de la visión de los invitados reales a la boda.
Entre tanto, la capital de España recupera muy lentamente su fisonomía habitual, en ello se afanan operarios de Televisión Española, que desde esta mañana retiran cableado de las principales calles de Madrid y los 800 empleados del servicio de limpieza del Ayuntamiento madrileño, que retiraron cerca de 9.000 kilos de residuos de las vías del itinerario nupcial.
También el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, antes de abandonar la capital de España, se acercó esta mañana a depositar en la estación de trenes de Atocha una corona de laurel en memoria de las personas fallecidas en los ataques terroristas, tres de ellas colombianas, acto que congregó a un centenar de colombianos. Este punto del recorrido de los novios el sábado, la plaza de Atocha, es el que concentra mayor desencanto de la población española e iberoamericana en Madrid, quienes esperaban, apostados en los alrededores, que los príncipes de Asturias "redujeran el paso" ante el "Bosque de los Ausentes".
En un tono más "rosa", algunos jóvenes y señoras se mostraban "defraudados" por el beso "demasiado recatado" que se dieron en el balcón del Palacio, "tenían que haberse dado un piquito. Hubieran dado gusto a todas las personas que estábamos, bajo la lluvia, esperando ese momento". La ceremonia del enlace divide a los madrileños, mientras para unos la boda real estuvo "preciosa", otros esperaban un acto más "cálido" y gestos más "cariñosos" de los contrayentes, a quienes las "excesivas medidas de seguridad", no permitieron el acercamiento del público, apuntan entristecidos algunos viandantes, y que tampoco permitió disfrutar de la visión de los invitados reales a la boda.
Entre tanto, la capital de España recupera muy lentamente su fisonomía habitual, en ello se afanan operarios de Televisión Española, que desde esta mañana retiran cableado de las principales calles de Madrid y los 800 empleados del servicio de limpieza del Ayuntamiento madrileño, que retiraron cerca de 9.000 kilos de residuos de las vías del itinerario nupcial.
La víspera en TVE
No sólo fue la boda. TVE emitió el viernes de madrugada un programa especial titulado “Enlace de los reyes borbones españoles”. Jalonado de imágenes históricas y con alguna reconstrucción de estética reallity-show, la televisión pública recordó la trágica boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, 31 de mayo de 1906, en la que el anarquista Mateo Morral lanzó aquél ramo de rosas con una bomba dentro desde un balcón de la Calle Mayor. Pero, además de dejar patente que el rey prefería divertirse a bordo de coches de carreras y que sólo respiró cuando nació Juan, el padre de Juan Carlos, el único sin hemofilia ni problemas para sucederle, TVE dio su particular visión de esa parte de nuestra historia que muchos insisten en manipular. La Guerra Civil. Recordando la frase de que el 14 de marzo de 1931 España se acostó monárquica y se levantó republicana, el reportaje narra cómo la República consigue echar abajo el régimen de Miguel Primo de Rivera y proclamarse sin más episodios reseñables que el 18 de julio de 1936, día en el que el “levantamiento militar contra la legalidad republicana” trajo la “guerra cainita”. Tras ella, cuarenta años de dictadura. Naturalmente, el objeto del documental se centraba en describir la vida de Don Juan y de su hijo Juan Carlos, la boda con Doña Sofía en Grecia y el mil veces emitido “Majestad, por España. Viva España. Viva el Rey”, fruto de esa otra imagen de Franco y Don Juan en el Azor. Pero, como siempre, la Historia televisada de la Guerra Civil no paró en 1934, ni en quién se levantó de veras contra “la legalidad” de la República.