L D (EFE) Así lo explica el arquitecto Ignacio Vicens, que coordina los preparativos de la catedral para el enlace matrimonial del Príncipe de Asturias con doña Letizia Ortiz, que se ultiman con un claro objetivo: enfatizar las líneas arquitectónicas y que los novios sientan la cercanía de los ciudadanos que estarán en el patio de la Armería.
El público podrá acceder al patio de la Armería libremente, hasta un número determinado de personas, por razones de seguridad, informó un portavoz de la Casa del Rey. Los 160 metros que separan el Palacio Real de la catedral de la Almudena contarán como único adorno con el público que estará detrás de unas vallas comunes tapizadas en color piedra, con la misma tela que se utilizará en el interior del templo, y con una alfombra granate brillante por la que caminará el cortejo nupcial, además de las tribunas de prensa que se integrarán en el ambiente.
En el interior de la catedral, los arreglos florales, principalmente pequeñas calas, servirán para subrayar los aspectos arquitectónicos especiales y ocultar los desfavorables, entre los que se incluyen la tecnología que requiere la retransmisión de un acto tan importante, pero no habrá flores superfluas, destaca el arquitecto. "No se puede olvidar- indica Vicens- que se trata de una ceremonia religiosa", y todo el arreglo, la instalación, la decoración, está subordinado a eso.
El público podrá acceder al patio de la Armería libremente, hasta un número determinado de personas, por razones de seguridad, informó un portavoz de la Casa del Rey. Los 160 metros que separan el Palacio Real de la catedral de la Almudena contarán como único adorno con el público que estará detrás de unas vallas comunes tapizadas en color piedra, con la misma tela que se utilizará en el interior del templo, y con una alfombra granate brillante por la que caminará el cortejo nupcial, además de las tribunas de prensa que se integrarán en el ambiente.
En el interior de la catedral, los arreglos florales, principalmente pequeñas calas, servirán para subrayar los aspectos arquitectónicos especiales y ocultar los desfavorables, entre los que se incluyen la tecnología que requiere la retransmisión de un acto tan importante, pero no habrá flores superfluas, destaca el arquitecto. "No se puede olvidar- indica Vicens- que se trata de una ceremonia religiosa", y todo el arreglo, la instalación, la decoración, está subordinado a eso.
Los tapices, principal elemento decorativo
De ahí que el principal elemento decorativo sean los tapices, porque, en opinión de Vicens, Patrimonio Nacional tiene una excepcional colección. "Estamos utilizando los tapices para lo que se hicieron", subraya el arquitecto, y por eso se han colgado tapices de temática religiosa en el interior de la catedral y de cuestiones paganas en el patio del Príncipe, en el Palacio Real. Recuerda que es una ceremonia que va a ser retransmitida a todo el mundo y que de esta manera estamos dando una imagen del país y enseñando nuestro riquísimo acervo cultural, el magnífico tesoro, magníficamente conservado, que tenemos en España.
Los tapices se han elegido siguiendo el criterio iconográfico tal como fueron concebidos para ceremonias de este tipo y resaltan las virtudes humanas del caballero cristiano, del Príncipe. Los cartones, base de los tapices, fueron pintados por Rubens, Rafael o Castillo, todos ellos relacionados con las posesiones de la Monarquía española en su tiempo, añade.
De ahí que el principal elemento decorativo sean los tapices, porque, en opinión de Vicens, Patrimonio Nacional tiene una excepcional colección. "Estamos utilizando los tapices para lo que se hicieron", subraya el arquitecto, y por eso se han colgado tapices de temática religiosa en el interior de la catedral y de cuestiones paganas en el patio del Príncipe, en el Palacio Real. Recuerda que es una ceremonia que va a ser retransmitida a todo el mundo y que de esta manera estamos dando una imagen del país y enseñando nuestro riquísimo acervo cultural, el magnífico tesoro, magníficamente conservado, que tenemos en España.
Los tapices se han elegido siguiendo el criterio iconográfico tal como fueron concebidos para ceremonias de este tipo y resaltan las virtudes humanas del caballero cristiano, del Príncipe. Los cartones, base de los tapices, fueron pintados por Rubens, Rafael o Castillo, todos ellos relacionados con las posesiones de la Monarquía española en su tiempo, añade.