L D (EFE) En el artículo, publicado por ABC en España y en EEUU por The Wall Street Journal –en un un lugar destacado– y titulado "Desistimiento irresponsable", José María Aznar dice que la decisión de retirar las tropas es legítima, pero también "una grave irresponsabilidad" que "no aleja el peligro, sino que lo fortalece".
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, no ha tardado en responder al ex presidente; ha dicho que Aznar no es "el más adecuado" para "dar lecciones de responsabilidad", por ser "quien cometió una auténtica irresponsabilidad llevando a España" a la guerra de Irak ."Habla de desistimiento quien desistió de apoyar la legalidad internacional, quien desistió de buscar el consenso en materia de política exterior, la misma persona que desistió de escuchar a los españoles cuando se oponían a la guerra de Irak", manifestó el dirigente socialista. "El señor Aznar habla de sentido de la vergüenza. Para vergüenza, la que sentimos millones de españoles cuando vimos la foto de las Azores", añadió.
"¿A quién vamos a pedir ayuda si volvemos a sufrir ataques?"
En el artículo en cuestión, Aznar se pregunta: "¿Está España dispuesta a entregar todo aquello que se le pida mediante el uso de la fuerza, incluido su territorio o su modo de vida libre? ¿A quién vamos a pedir ayuda si volvemos a sufrir ataques? Esas son las preguntas que el Gobierno socialista debía haberse hecho antes de tomar una decisión tan irresponsable".
Para el ex presidente, "en su discurso de investidura, José Luis Rodríguez Zapatero habló de consensos rotos en política exterior. Con su decisión -reitero, completamente legítima- no sólo se ha alejado del consenso europeo y atlántico, sino que no ha avanzado un solo paso hacia el consenso nacional. Ha decidido retirar las tropas sin oír al Consejo de Ministros e informando antes a la prensa que al Parlamento. Es más, a pesar de que la única explicación que ha dado ha sido la de 'hacer honor a la palabra dada', de hecho ha faltado a ella, puesto que no ha dado la menor oportunidad a que las Naciones Unidas –'o cualquier otra organización de carácter multinacional', en sus propias palabras– tomaran un papel más activo y no ha esperado al 30 de junio".
Para el ex presidente, "en su discurso de investidura, José Luis Rodríguez Zapatero habló de consensos rotos en política exterior. Con su decisión -reitero, completamente legítima- no sólo se ha alejado del consenso europeo y atlántico, sino que no ha avanzado un solo paso hacia el consenso nacional. Ha decidido retirar las tropas sin oír al Consejo de Ministros e informando antes a la prensa que al Parlamento. Es más, a pesar de que la única explicación que ha dado ha sido la de 'hacer honor a la palabra dada', de hecho ha faltado a ella, puesto que no ha dado la menor oportunidad a que las Naciones Unidas –'o cualquier otra organización de carácter multinacional', en sus propias palabras– tomaran un papel más activo y no ha esperado al 30 de junio".
A juicio de Aznar, "no debería extrañarle al Gobierno de Zapatero si a partir de ahora nos faltan apoyos esenciales en la comunidad democrática internacional (...). Este motivo habría bastado para pensarse mucho mejor una decisión como ésta".
Mantiene Aznar que si son muchos los españoles que se sienten avergonzados del repliegue, "muchos más estamos preocupados por las consecuencias que va a tener para la seguridad de todos y para la defensa de nuestras libertades frente al terrorismo". El ex presidente considera que, si bien la retirada se corresponde con un compromiso electoral, "hay compromisos equivocados y éste es uno de ellos". "Lo es –indica– porque (...) hoy estamos peor situados en el escenario internacional. Nuestra seguridad es menor. Somos más débiles, como es más débil nuestra alianza con las democracias más poderosas y antiguas del planeta".
"Un golpe a todo aquello que conviene a España"
Mantiene Aznar que si son muchos los españoles que se sienten avergonzados del repliegue, "muchos más estamos preocupados por las consecuencias que va a tener para la seguridad de todos y para la defensa de nuestras libertades frente al terrorismo". El ex presidente considera que, si bien la retirada se corresponde con un compromiso electoral, "hay compromisos equivocados y éste es uno de ellos". "Lo es –indica– porque (...) hoy estamos peor situados en el escenario internacional. Nuestra seguridad es menor. Somos más débiles, como es más débil nuestra alianza con las democracias más poderosas y antiguas del planeta".
"Un golpe a todo aquello que conviene a España"
A juicio de Aznar, "la decisión del Gobierno socialista ha sido un golpe a todo aquello que conviene a España y al mundo libre. Porque nos vamos de donde más se nos necesita". "Retiramos nuestra presencia, nuestra colaboración y nuestra capacidad de influencia de Iraq", dice. Cuenta, además, que "la retirada de nuestras tropas es lo que deseaban los terroristas. Los que atentan en Iraq contra los iraquíes, y los que atentan en España contra los españoles. Son los mismos. Quieren lo mismo. Tienen los mismos objetivos. Uno de ellos era, sin duda, nuestra retirada y ya la tienen. No es el mejor paso que se puede dar tras un ataque como el que sufrió España el 11 de marzo".
Añade el ex presidente que "si España es más débil por nuestra retirada, los terroristas por el contrario son más fuertes. El Gobierno ha tomado el camino del apaciguamiento, un camino que la historia ha revelado como el peor posible ante las amenazas. Porque no aleja el peligro, sino que lo fortalece". Sostiene Aznar que "los asesinos terroristas del 11 de marzo no atacaron por nada relacionado con Iraq", pues, de hecho, "según las investigaciones, empezaron a tramar los atentados hacia octubre o noviembre de 2002", antes de la participación de España en el conflicto. También considera que "no debería extrañarle al Gobierno de Zapatero si a partir de ahora nos faltan apoyos esenciales en la comunidad democrática internacional", pues "cuando alguien abandona su puesto no puede confiar sin más en recibir la ayuda de quien permanece en él".
Añade el ex presidente que "si España es más débil por nuestra retirada, los terroristas por el contrario son más fuertes. El Gobierno ha tomado el camino del apaciguamiento, un camino que la historia ha revelado como el peor posible ante las amenazas. Porque no aleja el peligro, sino que lo fortalece". Sostiene Aznar que "los asesinos terroristas del 11 de marzo no atacaron por nada relacionado con Iraq", pues, de hecho, "según las investigaciones, empezaron a tramar los atentados hacia octubre o noviembre de 2002", antes de la participación de España en el conflicto. También considera que "no debería extrañarle al Gobierno de Zapatero si a partir de ahora nos faltan apoyos esenciales en la comunidad democrática internacional", pues "cuando alguien abandona su puesto no puede confiar sin más en recibir la ayuda de quien permanece en él".