L D (EFE) Federer, ganador de Wimbledon el pasado año, necesitó solamente dos horas y 15 minutos para confirmar su victoria ante Safin, finalista en el 2002, y anotar el duodécimo título de su palmarés. Con esta victoria ante Safin, Federer confirma su nuevo estatus en circuito. El suizo, tras vencer a Ferrero en semifinales, se aupó a la primera posición mundial, y este lunes aparecerá oficialmente como el jugador número 23 que comanda esta lista.
La final prometía más de lo que dio de sí debido al cansancio de Safin, que acumuló ocho horas más de juego que Federer a lo largo de todo el torneo.
El ruso cometió 41 faltas directas en tres sets mientras que en la semifinal sólo sumó 48 en cinco sets ante el norteamericano André Agassi.
El verdadero partido sólo duró el primer set. Los dos finalistas tomaron únicamente riesgos calculados y perdieron alternativamente dos veces sus servicios. Todavía un poco lento para encontrar su ritmo, Federer fue en ambos casos el primero en perder el suyo. Esa situación se prolongó al comienzo del "tie-break", pero esta vez fue el suizo quien tomó ventaja al ponerse 4-2. Safin, que ya había tenido que despejar tres bolas de set en 6-5 con su servicio, tuvo otras tres en contra en 6-3.
Corriendo cada vez menos y acumulando faltas directas, las esperanzas del ruso se iban esfumando mientras intentaba salvar lo poco que podía.
El último set ya no tuvo mucha importancia para el ex número uno, mientras Federer aprovechaba para desplegar todas las facetas de su juego. Por su victoria en este Abierto, Federer ganó un cheque por 722.000 euros.