LD (EFE) A pesar de los malos datos mundiales, el secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, destacó que España cerró el año 2003 con un "buen resultado" y "por encima de la media mundial", ya que ha mantenido un volumen de llegadas similar al del año anterior frente a las cifras negativas de Francia, que registró una caída de entre un 2 y un 2,5 por ciento, y Estados Unidos, así como las de Italia y China, países que ocupan el cuarto y el quinto puesto del ránking respectivamente.
En opinión de Frangialli, estos resultados muestran que la industria mundial de viajes "se ha resentido, pero no se ha derrumbado", pese a tres factores negativos: la persistente debilidad de la economía, la guerra de Irak, que deprimió el turismo durante el primer semestre, y la epidemia de SRAG, que frenó "brutalmente" el constante crecimiento de Asia y Pacífico en los meses de abril y mayo.
En el segundo semestre de 2003 se regresó a cifras positivas, añadió Frangialli, pero "esta reactivación no fue suficiente para compensar las bajadas anteriores y reportar así un crecimiento positivo a todos los destinos". La OMT prevé para 2004 un crecimiento de hasta un 5 por ciento, basándose en los signos positivos de reactivación económica que se están produciendo en Estados Unidos, Japón y Europa Occidental, en la moderación de los conflictos geopolíticos mundiales y en la existencia de una importante demanda retenida de viajes, que "se expresará tan pronto como lo permitan las circunstancias".
Sin embargo, Frangialli señaló que si las necesarias medidas de seguridad que los gobiernos tienen obligación de adoptar, especialmente en el transporte aéreo, no se mantienen razonables y equilibradas, pueden quebrar el deseo de viajar de muchos potenciales turistas.