L D (EFE) Los restos del Boeing 737 se hallan a unos 400 metros de profundidad en la zona del golfo de Nema, donde el aparato cayó pocos minutos después de su despegue del aeropuerto del balneario de Sharm el Sheij, en el este de Egipto.
Un robot submarino y una fragata francesa con un sistema de sonar se incorporarán a las tareas de búsqueda de cadáveres y de las cajas negras del avión siniestrado, que serán primordiales para esclarecer las causas de la tragedia.
Dadas las fuertes corrientes y la profundidad del agua en la zona del accidente, a unos quince kilómetros de Sharm el Sheij, las tareas de búsqueda han sido muy lentas y en los primeros dos días sólo han sido recuperados pocos restos humanos y algunos objetos personales.
Además del batiscafo, que puede bajar hasta 400 metros de profundidad y está equipado con una cámara y un brazo mecánico para recoger objetos pequeños, en Sharm el Sheij están 16 submarinistas franceses y un avión de patrulla con radares.
Un robot submarino y una fragata francesa con un sistema de sonar se incorporarán a las tareas de búsqueda de cadáveres y de las cajas negras del avión siniestrado, que serán primordiales para esclarecer las causas de la tragedia.
Dadas las fuertes corrientes y la profundidad del agua en la zona del accidente, a unos quince kilómetros de Sharm el Sheij, las tareas de búsqueda han sido muy lentas y en los primeros dos días sólo han sido recuperados pocos restos humanos y algunos objetos personales.
Además del batiscafo, que puede bajar hasta 400 metros de profundidad y está equipado con una cámara y un brazo mecánico para recoger objetos pequeños, en Sharm el Sheij están 16 submarinistas franceses y un avión de patrulla con radares.