(Libertad Digital) El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Jon Imaz, será el sucesor de Xabier Arzalluz al lograr la mayoría en Vizcaya, Francia y Navarra, donde un sólo voto ha decidido toda la elección.
La victoria en estos tres territorios asegura a Imaz el apoyo de la mayoría de los compromisarios que acudirán los próximos días 17 y 18 de enero a la Asamblea General en la que se ratificará su nombramiento como presidente del PNV y se elegirá a los nuevos miembros del Euskadi Buru Batzar (EBB), la ejecutiva del partido.
Por su parte, el otro candidato, Joseba Egibar, obtuvo el respaldo de la mayoría de las juntas municipales de Álava y Guipúzcoa, por lo que no contará en la Asamblea con el número suficiente de delegados a su favor. Un sólo voto en la asamblea de Pamplona ha resultado determinante para elegir a Imaz como presidente del PNV, ya que si Egibar hubiera ganado en esta junta municipal se habría asegurado la victoria en Navarra, lo que le habría otorgado la presidencia del partido.
Imaz venció en Pamplona por 21 votos a 20, lo que le otorga los dos delegados de esta agrupación, con lo que sumó 7 de los 12 de Navarra, mientras que a Egibar obtuvo 4 y el duodécimo no se eligió al producirse un empate en Bera de Bidasoa. El vuelco a favor de Imaz producido en Navarra respecto a la primera vuelta, en la que se impuso Egibar, ha resultado decisivo, ya que el portavoz del Gobierno podrá contar en la Asamblea General con los 12 compromisarios de la comunidad foral, que más los 24 de Vizcaya y los 4 de los terroritorios en Francia suman 40 del total de 71 delegados.
Josu Jon Imaz representa un talante más moderado que el radicalismo de Egibar (impulsor de Estella), por lo que algunos dirigentes del partido, entre ellos el propio Arzalluz, lo consideraban más apropiado para ejercer cargos institucionales en lugar de puestos orgánicos y mantener de ese modo la tradicional bicefalia de esta formación.
Por su parte, el otro candidato, Joseba Egibar, obtuvo el respaldo de la mayoría de las juntas municipales de Álava y Guipúzcoa, por lo que no contará en la Asamblea con el número suficiente de delegados a su favor. Un sólo voto en la asamblea de Pamplona ha resultado determinante para elegir a Imaz como presidente del PNV, ya que si Egibar hubiera ganado en esta junta municipal se habría asegurado la victoria en Navarra, lo que le habría otorgado la presidencia del partido.
Imaz venció en Pamplona por 21 votos a 20, lo que le otorga los dos delegados de esta agrupación, con lo que sumó 7 de los 12 de Navarra, mientras que a Egibar obtuvo 4 y el duodécimo no se eligió al producirse un empate en Bera de Bidasoa. El vuelco a favor de Imaz producido en Navarra respecto a la primera vuelta, en la que se impuso Egibar, ha resultado decisivo, ya que el portavoz del Gobierno podrá contar en la Asamblea General con los 12 compromisarios de la comunidad foral, que más los 24 de Vizcaya y los 4 de los terroritorios en Francia suman 40 del total de 71 delegados.
Josu Jon Imaz representa un talante más moderado que el radicalismo de Egibar (impulsor de Estella), por lo que algunos dirigentes del partido, entre ellos el propio Arzalluz, lo consideraban más apropiado para ejercer cargos institucionales en lugar de puestos orgánicos y mantener de ese modo la tradicional bicefalia de esta formación.