L D (Agencias) Las actuaciones de Odón Elorza siguen dejando en evidencia a todo el PSOE cada vez que se pronuncia sobre el Plan Ibarretxe. De momento, el alcalde ha abierto una línea de ataque personal hacia el colectivo Basta Ya que no ha dudado en secundar Gaspar Llamazares.
Hasta ahora, nadie en el PSOE le ha respondido. Esta vez, ni el propio Elorza ha augurado un "coscorrón" o un "toque" desde Ferraz, como ha hecho en las muchas ocasiones que ha dejado en mal lugar a la dirección socialista. José Bono anunció este jueves que acudirá a la manifestación pero que no le sacarían una queja contra Elorza. No está el PSOE para más escándalos. Sin embargo, otros políticos de la izquierda se han sumado al desprecio hacia esta manifestación. Así lo ha hecho el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, anunciando que no participará en el acto de Basta Ya porque, según justificó, este tipo de movilizaciones "abundan en la confrontación".
Según Llamazares "la sociedad civil crítica supera con mucho nuestra representación electoral, así es que queda mucho camino por hacer". De hecho se felicitó por la "repolitización" de la sociedad española ya que "nunca desde mayo del 68 ha existido tanta acción colectiva reivindicando otra política y otro mundo, y por eso defendemos la necesidad imprescindible de una alternativa de izquierdas". Lógicamente no se refería a las manifestaciones en el País Vasco sino en su "No a la guerra" que cautivó a Zapatero.
Así que, para estar al lado de la "sociedad crítica" –no parece incluir en ella a los que luchan contra la exclusión nacionalista– Llamazares propone "al menos dos tareas de singular interés". A saber: "construir puentes con los movimientos sociales y la sociedad civil crítica, para que las relaciones entre lo social y la representación política sean fluidas y basadas en la confianza, y seguir convenciendo a la sociedad de la utilidad de reequilibrar el espacio político de la izquierda".
Tan pegado a la demanda social de la calle está Llamazares que llegó a reprochar cierta candidez al PSOE: "sin nuestra presencia, nuestra constancia, nuestra capacidad de iniciativa y nuestra voluntad de representar el espacio político de la izquierda alternativa hubiera renunciado a sumarse a la movilización y hubiese seguido, con toda probabilidad, en su estrategia de oposición útil al PP". Llamazares cerró su discurso con el clásico "otro mundo es posible". Parece que en el País Vasco tiene asumido lo contrario.
Hasta ahora, nadie en el PSOE le ha respondido. Esta vez, ni el propio Elorza ha augurado un "coscorrón" o un "toque" desde Ferraz, como ha hecho en las muchas ocasiones que ha dejado en mal lugar a la dirección socialista. José Bono anunció este jueves que acudirá a la manifestación pero que no le sacarían una queja contra Elorza. No está el PSOE para más escándalos. Sin embargo, otros políticos de la izquierda se han sumado al desprecio hacia esta manifestación. Así lo ha hecho el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, anunciando que no participará en el acto de Basta Ya porque, según justificó, este tipo de movilizaciones "abundan en la confrontación".
"No voy a estar porque creo que no avanzamos nada con este tipo de movilizaciones que abundan en la confrontación, en la división y polarización, tanto de la sociedad vasca como del conjunto de la sociedad española", declaró en una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press. A juicio del compañero de partido de Javier Madrazo, en vez de convocar este tipo de actos, "sería más útil" favorecer en ámbitos institucionales y sociales foros de diálogo y debates y apostar por la "confrontación de ideas antes que este tipo de polarización de la sociedad que, en definitiva, abunda en la separación y no en la pluralidad de ideas".
Al lado de la "sociedad crítica" que reaviva el mayo del 68
Pero poco después, en una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI, Llamazares llevaba a los congregados el espíritu de Mayo del 68 y declaraba el espacio de la calle como patrimonio de la izquierda.
Así que, para estar al lado de la "sociedad crítica" –no parece incluir en ella a los que luchan contra la exclusión nacionalista– Llamazares propone "al menos dos tareas de singular interés". A saber: "construir puentes con los movimientos sociales y la sociedad civil crítica, para que las relaciones entre lo social y la representación política sean fluidas y basadas en la confianza, y seguir convenciendo a la sociedad de la utilidad de reequilibrar el espacio político de la izquierda".
Tan pegado a la demanda social de la calle está Llamazares que llegó a reprochar cierta candidez al PSOE: "sin nuestra presencia, nuestra constancia, nuestra capacidad de iniciativa y nuestra voluntad de representar el espacio político de la izquierda alternativa hubiera renunciado a sumarse a la movilización y hubiese seguido, con toda probabilidad, en su estrategia de oposición útil al PP". Llamazares cerró su discurso con el clásico "otro mundo es posible". Parece que en el País Vasco tiene asumido lo contrario.