L D (EFE) Entre las víctimas figura Alberto Martínez González, comandante de Caballería del Ejército de Tierra y agente del Centro Nacional de Inteligencia, quien llevaba destinado tres años en Irak. Martínez González nació en Pravia (Asturias) en 1960, estaba casado y tenía un hijo, y formaba parte del CNI desde febrero de 1992. Era el máximo responsable de los servicios secretos españoles en Irak.
Las otras víctimas mortales son: Carlos Baró Ollero, nacido en Madrid en 1967 y con un hijo, llevaba en Irak desde julio pasado. Era comandante de Infantería del Ejército de Tierra e ingresó en los servicios de inteligencia en octubre de 1998. José Merino Olivera, que nació en Madrid en 1954, estaba casado y tenía dos hijos. Tenía el grado de comandante de Infantería del Ejército de Tierra y era miembro del CNI desde 1990.
José Carlos Rodríguez Pérez, que nació en Zamora en 1962, estaba casado y tenía un hijo. También era comandante de Infantería del Ejército de Tierra y llevaba en el CNI desde diciembre de 1997. José Lucas Egea, nacido en Madrid en 1961, estaba casado. Era brigada de Caballería del Ejército de Tierra y agente de inteligencia desde junio de 1990. Alfonso Vega Calvo, que nació en Stuttgart en 1962 y tenía dos hijos, llevaba en Irak desde julio pasado. Era brigada de Infantería Ligera del Ejército de Tierra y miembro del CNI desde 1990.
Luis Ignacio Zanón Tarazona, que estaba destinado en Irak desde agosto pasado, nació en Cuart de Poblet (Valencia) en 1967, estaba casado y tenía dos hijos. Era sargento primero radiotelegrafista del Ejército del Aire e ingresó en el CNI en agosto de 1994.
Además, resultó herido de carácter leve José Manuel Sánchez Riera, que ha regresado a España.