L D (EFE) El Banco de España considera que la economía española mantiene "un ritmo de crecimiento considerable, asentado en sus determinantes internos, que le permite partir con ventaja en la nueva fase de reanimación, a pesar de la contribución negativa del entorno exterior".
El crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue resultado de un aumento de la demanda interna del 3,3 por ciento, apoyada en el continuado dinamismo del consumo privado y de la inversión en construcción, y de una aportación negativa del sector exterior de 1,1 puntos. Añade que la fortaleza del empleo "ha seguido siendo notable" entre julio y septiembre y su tasa de variación ha tendido a incrementarse, en tanto que los precios están viendo limitada su corrección por los fuertes aumentos de los alimentos frescos, la evolución de la energía y la presión de los costes laborales en algunos sectores y ramas.
Dentro de la demanda, cuyo aumento en el tercer trimestre es una décima superior al del periodo precedente, el Banco de España detecta un crecimiento algo más elevado del gasto de los consumidores (el 3,2 por ciento) y una pausa en la senda ascendente mostrada desde principios de año por la inversión. Destaca que la inversión en construcción mantuvo su fortaleza, aunque algo atenuada, mientras que la recuperación iniciada por el componente de equipo en los trimestres precedentes tendió a moderarse, debido a la incertidumbre en el sector industrial, en especial por el retraimiento de las exportaciones.
Respecto al sector de la construcción, el informe dice textualmente que "los indicadores de carácter más contemporáneo con la actividad constructora han registrado un debilitamiento en el tercer trimestre. Así, tras los notables retrocesos experimentados por la producción y por el consumo aparente de cemento en el mes de agosto -que podría ser, en parte, resultado de las restricciones de energía ocurridas durante la ola de calor- este indicador ha confirmado su desaceleración con el dato de septiembre".
Fortaleza del empleo, moderación de las importaciones
La continuidad en el crecimiento del gasto de las familias (en consumo y en inversión residencial) se explica por el incremento de la renta disponible, derivado de la fortaleza del empleo y de los ingresos salariales. El Banco de España apunta también a las ganancias de riqueza real, por la revalorización de los activos inmobiliarios, y financiera, por la recuperación de las bolsas y el mantenimiento de condiciones de financiación muy distendidas.
Respecto al sector exterior, el informe dice que la desaceleración de las exportaciones responde al tono "bastante deprimido" de los mercados exteriores, especialmente los europeos, y a la comparación con el mismo trimestre del 2002, caracterizado por el dinamismo de las ventas al exterior. En paralelo, se produjo una moderación de las importaciones, aunque de menor cuantía, y que afectó sobre todo a los productos intermedios no energéticos, en línea con una evolución menos positiva del sector industrial.
En cuanto a la creación de empleo, el Banco de España incide en el notable dinamismo que refleja la última EPA y agrega que el "modesto aumento" del paro se debe al vigor que mantiene la población activa. El Banco de España concluye que la economía española se enfrenta a la incipiente recuperación mundial desde una situación favorable y con elevada capacidad de generar empleo.
Para más información sobre el informe de coyuntura del Banco de España le recomendamos que acuda a la web de la entidad financiera: www.bde.es.