L D (EFE) En declaraciones a RNE, Rato aseguró este jueves que "no cabe duda que puede haber conductas aisladas que deban ser investigadas y, si hubiera infracciones, sancionarlas". Según el ministro de Economía, "se pueden dar circunstancias que produzcan alzas en los precios, justificadas en unos casos, como la climatología, caso de la ola de calor del pasado verano". Por otro lado, añadió, también pueden darse subidas no justificadas de precios, como sería el caso de agentes económicos que introdujeran "distorsiones en la cadena de distribución", y es esto lo que el Servicio de Defensa de la Competencia investiga en estos momentos.
Pese a ello, "no creo -dijo Rato- que estas cosas se puedan resolver nunca en una película de malos y buenos, y mucho menos", con acusaciones a un cierto sector "en contra del resto de la sociedad". Rato insistió en que "las administraciones públicas deben contribuir a que el consumidor tenga las mejores oportunidades y, al mismo tiempo, vigilar que no se produzcan distorsiones en la competencia". En cuanto a la idea de un doble etiquetado en los productos para controlar los precios, la iniciativa, según Rato, podría provocar "dificultades de aplicación y de puesta en marcha, pero a mí no me parece mal", puntualizó. En cualquier caso, concretó, "la cuestión no está en el doble etiquetado, y lo que debe hacer el Gobierno es insistir al consumidor que se fije, compare y elija los canales que más le convienen en términos de producto y en términos de calidad".
Pese a ello, "no creo -dijo Rato- que estas cosas se puedan resolver nunca en una película de malos y buenos, y mucho menos", con acusaciones a un cierto sector "en contra del resto de la sociedad". Rato insistió en que "las administraciones públicas deben contribuir a que el consumidor tenga las mejores oportunidades y, al mismo tiempo, vigilar que no se produzcan distorsiones en la competencia". En cuanto a la idea de un doble etiquetado en los productos para controlar los precios, la iniciativa, según Rato, podría provocar "dificultades de aplicación y de puesta en marcha, pero a mí no me parece mal", puntualizó. En cualquier caso, concretó, "la cuestión no está en el doble etiquetado, y lo que debe hacer el Gobierno es insistir al consumidor que se fije, compare y elija los canales que más le convienen en términos de producto y en términos de calidad".