L D (Daniel Rodríguez) Eso no tiene importancia, al fin y al cabo la labor de selección es un trabajo importante. El problema consiste en que al pinchar sobre noticias y columnas de opinión de periódicos que, como El Mundo o El País , cobran por el acceso a esos contenidos, se accede a una página del propio Periodista Digital donde se reproducen los textos integramente. No parece creíble que quienes cobran a los usuarios hayan cedido a este medio los mismos para su lectura gratuita en la Red.
Pero las dudas se disipan cuando observamos que hay un enlace en la portada de "Periodista digital" sobre el derecho a estar informado, al que curiosamente ahora no se puede acceder si uno no está dado de alta como socio, lo cual resulta un contrasentido. No obstante, nosotros sí lo hemos leído y el texto nos lleva a una serie de excusas con las que pretenden justificar el desaguisado. Por un lado, consideran que el derecho a difundir información conlleva al derecho a difundir información creada por otros, o que el derecho a estar informado implica el de ser informado gratuitamente.
Lo más sorprendente es que quieran hacer pasar esta labor de "copia y pega" como derecho de cita. Y para justificarse ponen un fragmento de la Ley de la Propiedad Intelectual que les contradice por completo, puesto que permite "la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas" sólo cuando "su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico". Eso es lo que hace Libertad Digital , por ejemplo, en sus secciones fijas "Revista de prensa", "Análisis de editoriales" y "Rumores en la red", pero cuando se copia una noticia o artículo entero tal cual sin que ni siquiera se añada un breve comentario para disimular, entonces no es una cita, es "intertextualidad", que es como se denomina con elegancia al plagio puro y duro.
La razón parece estar en querer lucrarse a costa de otros. Aunque, como comentaba un ingenioso internauta, puesto que su ahora famoso responsable, David Rojo, está realizando una tesis doctoral sobre "Delitos de prensa", es posible que este periódico no sean más que sus prácticas.
Pero las dudas se disipan cuando observamos que hay un enlace en la portada de "Periodista digital" sobre el derecho a estar informado, al que curiosamente ahora no se puede acceder si uno no está dado de alta como socio, lo cual resulta un contrasentido. No obstante, nosotros sí lo hemos leído y el texto nos lleva a una serie de excusas con las que pretenden justificar el desaguisado. Por un lado, consideran que el derecho a difundir información conlleva al derecho a difundir información creada por otros, o que el derecho a estar informado implica el de ser informado gratuitamente.
Lo más sorprendente es que quieran hacer pasar esta labor de "copia y pega" como derecho de cita. Y para justificarse ponen un fragmento de la Ley de la Propiedad Intelectual que les contradice por completo, puesto que permite "la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas" sólo cuando "su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico". Eso es lo que hace Libertad Digital , por ejemplo, en sus secciones fijas "Revista de prensa", "Análisis de editoriales" y "Rumores en la red", pero cuando se copia una noticia o artículo entero tal cual sin que ni siquiera se añada un breve comentario para disimular, entonces no es una cita, es "intertextualidad", que es como se denomina con elegancia al plagio puro y duro.
La razón parece estar en querer lucrarse a costa de otros. Aunque, como comentaba un ingenioso internauta, puesto que su ahora famoso responsable, David Rojo, está realizando una tesis doctoral sobre "Delitos de prensa", es posible que este periódico no sean más que sus prácticas.