L D (EFE) Bush, quien sostiene que el mundo no puede permanecer indiferente ante la lucha entre “la civilización y el caos”, busca mitigar las críticas de la oposición demócrata no sólo sobre Irak sino también sobre la seguridad interna de EEUU. Como parte de una ofensiva diplomática, el secretario de Estado, Colin Powell, dijo en Ginebra que existen “puntos de convergencia” entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr un consenso sobre el futuro iraquí.
Tras su reunión en Ginebra con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y con los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de ese organismo, Powell realizará su primera visita a Irak, según el Departamento de Estado.
Las presiones políticas internas, los ataques contra los soldados estadounidenses y las críticas de los iraquíes han llevado a Washington a emprender una campaña de convencimiento para que la comunidad internacional respalde su nueva resolución ante la ONU y se sume, con dinero y tropas, a las tareas de reconstrucción. Con ese objetivo en mente, Bush explicó durante su habitual discurso radiofónico de los sábados que su “estrategia clara” se centra en tres elementos: destruir a los terroristas, obtener apoyo internacional para la democratización de Irak y transferir la autoridad al pueblo iraquí. “Tan pronto se haya elaborado una Constitución y ésta sea ratificada por el pueblo iraquí, Irak disfrutará de elecciones libres y justas. Y la coalición cederá la autoridad... a un gobierno iraquí libre y soberano”, aseguró.
Tras su reunión en Ginebra con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y con los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de ese organismo, Powell realizará su primera visita a Irak, según el Departamento de Estado.
Las presiones políticas internas, los ataques contra los soldados estadounidenses y las críticas de los iraquíes han llevado a Washington a emprender una campaña de convencimiento para que la comunidad internacional respalde su nueva resolución ante la ONU y se sume, con dinero y tropas, a las tareas de reconstrucción. Con ese objetivo en mente, Bush explicó durante su habitual discurso radiofónico de los sábados que su “estrategia clara” se centra en tres elementos: destruir a los terroristas, obtener apoyo internacional para la democratización de Irak y transferir la autoridad al pueblo iraquí. “Tan pronto se haya elaborado una Constitución y ésta sea ratificada por el pueblo iraquí, Irak disfrutará de elecciones libres y justas. Y la coalición cederá la autoridad... a un gobierno iraquí libre y soberano”, aseguró.