(Víctor Llano para Libertad Digital) No es la primera vez que circulan este tipo de noticias antes de ser desmentidas por la aparición de Castro en un acto público. No obstante, fuentes de toda solvencia del exilio cubano en Madrid nos han asegurado que por primera vez en muchos años el rumor no parece un chisme más de los muchos que se escuchan en los mentideros del exilio. Este lunes 14 de julio -en contra de lo que en él es habitual- Castro no asistió a ninguno de los actos que se celebraron en La Habana para celebrar la toma de La Bastilla. También parece significativa su ausencia en la ceremonia de despedida de los deportistas cubanos que participarán en los próximos juegos Panamericanos. Hasta donde es posible saberlo, desde hace varios días no se le ha visto en público.
Hace unos meses se aseguró que el dictador cubano estaba siendo intervenido quirúrgicamente en Isla Margarita, pero nada se pudo confirmar. Hoy, sin embargo, el rumor podría tener mayor verosimilitud. Faltan aún diez días para el 26 de julio, fecha en que se celebra en Santiago de Cuba el asalto al cuartel Moncada, a la que Castro acude tradicionalmente. Si no lo hiciera, las habladurías sobre la salud de Castro escaparían al control de la camarilla que rodea al que es conocido como "coma-andante". Para desdicha de sus víctimas, pudiera ser que, una vez más, se tratara de un rumor de incierto fundamento.
Castro tiene 77 años (cumple 78 el mes de agosto) y, aunque es cierto que viene de una familia longeva, sus últimos achaques han vuelto todas las miradas al “reloj biológico” del dictador. La última noticia relacionada con su salud se produjo en el mes de mayo, en su visita a Buenos Aires para asistir a la toma de posesión de Néstor Kirchner. La rápida intervención de dos de los muchos guardaespaldas que acompañaron a Fidel Castro en este viaje evitó que el tirano cubano cayera al suelo tras sufrir un desvanecimiento. Según informó Insight on the News , Fidel Castro perdió el conocimiento el 25 de mayo en Buenos Aires. Los “gorilas” que le custodiaban se percataron de que su líder se desvanecía, por lo que se acercaron y le sujetaron por los brazos para evitar que se desplomara. Un diplomático argentino que cumplimentaba al comandante se sumó al esfuerzo de los guardaespaldas cubanos y no dudó en sujetar a Castro por el cinturón.
En el mes de junio del año 2001, Castro sufrió el que era hasta ahora su último desmayo público mientras pronunciaba un discurso en los alrededores de La Habana. Tras recuperarse rápidamente, el tirano caribeño aseguró que se había mareado por el calor y la humedad. Sin embargo, en Buenos Aires no hacía calor. Allí están en invierno. De lo que ya no parece caber ninguna duda es de que los desvanecimientos de "Esteban Dido" han de ser frecuentes, tanto como se han reducido sus apariciones en público y sus discursos.
Hace unos meses se aseguró que el dictador cubano estaba siendo intervenido quirúrgicamente en Isla Margarita, pero nada se pudo confirmar. Hoy, sin embargo, el rumor podría tener mayor verosimilitud. Faltan aún diez días para el 26 de julio, fecha en que se celebra en Santiago de Cuba el asalto al cuartel Moncada, a la que Castro acude tradicionalmente. Si no lo hiciera, las habladurías sobre la salud de Castro escaparían al control de la camarilla que rodea al que es conocido como "coma-andante". Para desdicha de sus víctimas, pudiera ser que, una vez más, se tratara de un rumor de incierto fundamento.
Castro tiene 77 años (cumple 78 el mes de agosto) y, aunque es cierto que viene de una familia longeva, sus últimos achaques han vuelto todas las miradas al “reloj biológico” del dictador. La última noticia relacionada con su salud se produjo en el mes de mayo, en su visita a Buenos Aires para asistir a la toma de posesión de Néstor Kirchner. La rápida intervención de dos de los muchos guardaespaldas que acompañaron a Fidel Castro en este viaje evitó que el tirano cubano cayera al suelo tras sufrir un desvanecimiento. Según informó Insight on the News , Fidel Castro perdió el conocimiento el 25 de mayo en Buenos Aires. Los “gorilas” que le custodiaban se percataron de que su líder se desvanecía, por lo que se acercaron y le sujetaron por los brazos para evitar que se desplomara. Un diplomático argentino que cumplimentaba al comandante se sumó al esfuerzo de los guardaespaldas cubanos y no dudó en sujetar a Castro por el cinturón.
En el mes de junio del año 2001, Castro sufrió el que era hasta ahora su último desmayo público mientras pronunciaba un discurso en los alrededores de La Habana. Tras recuperarse rápidamente, el tirano caribeño aseguró que se había mareado por el calor y la humedad. Sin embargo, en Buenos Aires no hacía calor. Allí están en invierno. De lo que ya no parece caber ninguna duda es de que los desvanecimientos de "Esteban Dido" han de ser frecuentes, tanto como se han reducido sus apariciones en público y sus discursos.