LD (Agencias) El periódico ABC publica en su edición de este miércoles el último informe de la ONU para supervisar la guerra contra el terrorismo mundial critica la efectividad de la campaña internacional encabezada por EEUU contra Al-Qaeda. El texto asegura que tras los quince meses desde que se decretaron sanciones internacionales contra la red lidereada por Osama ben Laden, el embargo no ha logrado interceptar a un solo terrorista o cargamento de armas. “A pesar de la prohibición de desplazamientos, los miembros de Al-Qaeda mantienen un alto grado de movilidad y han sido capaces de perpetrar o contribuir a atentados terroristas en varios países alrededor del mundo”. La falta de cooperación internacional, destaca, disminuye la aplicación de sanciones contra entidades no estatales incluidas en la lista de grupos terroristas, “de muy limitada utilidad”, de Naciones Unidas.
Tras destacar la importancia de la detenciones de los líderes históricos de Al-Qaeda, considera que esos éxitos han sido empañados por la habilidad de sus nuevos miembros para atentar en Arabia Saudí y Marruecos. Sobre los ataques en Riad contra residencias de extranjeros, el documento destaca la audacia para “atentar contra objetivos custodiados”. Respecto a la masacre de Casablanca, los expertos consideran peligrosa la capacidad “para reclutar una nueva generación de militantes sin conexiones previas con la organización”.
En el ámbito financiero, el informe explica que a pesar de los “concertados esfuerzos” por obstaculizar la canalización de recursos económicos, Al-Qaeda es capaz de obtener grandes cantidades de dinero a través del narcotráfico, contrabando de tabaco y fraudes a tarjetas de créditos. De hecho, subraya que desde la congelación de 125 millones de dólares tras el 11-S, no se han logrado éxitos adicionales en el ámbito financiero “porque la red continua utilizando coberturas de fundaciones caritativas y métodos no bancarios”. El dinero permite que 800 terroristas entrenados en Afganistán, la llamada “tercera generación” según el Observatorio Internacional de Terrorismo, estén operativos y listos para atentar contra objetivos económicos y turísticos en cualquier parte del mundo.
Tras destacar la importancia de la detenciones de los líderes históricos de Al-Qaeda, considera que esos éxitos han sido empañados por la habilidad de sus nuevos miembros para atentar en Arabia Saudí y Marruecos. Sobre los ataques en Riad contra residencias de extranjeros, el documento destaca la audacia para “atentar contra objetivos custodiados”. Respecto a la masacre de Casablanca, los expertos consideran peligrosa la capacidad “para reclutar una nueva generación de militantes sin conexiones previas con la organización”.
En el ámbito financiero, el informe explica que a pesar de los “concertados esfuerzos” por obstaculizar la canalización de recursos económicos, Al-Qaeda es capaz de obtener grandes cantidades de dinero a través del narcotráfico, contrabando de tabaco y fraudes a tarjetas de créditos. De hecho, subraya que desde la congelación de 125 millones de dólares tras el 11-S, no se han logrado éxitos adicionales en el ámbito financiero “porque la red continua utilizando coberturas de fundaciones caritativas y métodos no bancarios”. El dinero permite que 800 terroristas entrenados en Afganistán, la llamada “tercera generación” según el Observatorio Internacional de Terrorismo, estén operativos y listos para atentar contra objetivos económicos y turísticos en cualquier parte del mundo.