(Libertad Digital) En declaraciones al programa “La Mañana” de la Cadena COPE , Eduardo Tamayo ha confirmado que, tanto él como Maite Sáez, votarán a favor de la investidura de Rafael Simancas como presidente de la Comunidad de Madrid. “Hay que ser responsable políticamente y, por lo tanto, yo he ofrecido mi apoyo al candidato Rafael Simancas, lo voy a mantener y lo voy a ejecutar en el momento de la investidura”, ha dicho, para recalcar que mantendrá su “lealtad parlamentaria” y su “compromiso, no sólo con Rafael Simancas, sino con los electores de la Comunidad de Madrid”. Sin embargo, su apoyo a Simancas está condicionado. “No se puede hacer cualquier cosa con el voto de los electores”, ya que “son ellos los únicos que pueden sancionar una acción política”, ha dicho Tamayo, para explicar a continuación que tiene la “absoluta seguridad de que, después de todo este culebrón que ha sucedido en la Asamblea de Madrid, y fundamentalmente dentro del PSOE, el candidato y espero que futuro presidente, Rafael Simancas, habrá tomado buena nota” y por lo tanto, “por su propia responsabilidad política”, está obligado “a gobernar en las condiciones que se habían establecido y, desde luego, que los electores le han dado”.
Esas condiciones, según se entiende de las palabras de Eduardo Tamayo, se pactaron antes de las elecciones en la Federación Socialista de Madrid y pasaban por el reparto del poder entre las distintas facciones y familias internas de la FSM para, además, entregarle una parte del Gobierno a Izquierda Unida, pero siempre proporcionado a los votos que había recibido en las urnas. “Ante el Gobierno de estabilidad de izquierdas en la Comunidad de Madrid con respecto al acuerdo con Izquierda Unida, yo tengo que darle un voto de confianza después de haber aprendido todos una lección, incluido el propio candidato Rafael Simancas, que no puede hacer las cosas como él crea que hay que hacerlas, sino como el electorado le ha demandado”, ha dicho Tamayo, para recalcar que, “si el candidato Simancas no quiere el apoyo parlamentario de Maite y mío, es una decisión suya, no mía, yo le estoy ofreciendo ese apoyo sin ningún acuerdo previo. Solamente con el cumplimiento de aquellos pactos que había internos y de la posición de Izquierda Unida con respecto a un gobierno”.
En este sentido, Tamayo ha explicado que tiene “la absoluta seguridad” de que Simancas “va a pactar con Izquierda Unida” en unas “condiciones que no sean de deshonra para el PSOE. Y lo va a hacer, entre otras cuestiones, por toda esta situación que se ha provocado. Porque estaría bueno, después de toda esta situación, que el propio candidato Rafael Simancas pudiera pactar en otras condiciones con IU. Eso no se lo iba a perdonar nadie en esta Comunidad”, ha afirmado, para subrayar que “yo estoy asumiendo un compromiso político, no con el PSOE sino con toda la sociedad madrileña. Por tanto, en el primer momento en que yo cometa cualquier acto que se pueda considerar de indisciplina o desconsiderado con ese planteamiento político, no le quepa ninguna duda de que dimitiré de mi escaño”. Preguntado sobre la indignidad política de sus actos, Tamayo ha subrayado que “la dignidad política no pasa exclusivamente por dejar un escaño o no dejarlo, pasa por mantener un principio que a uno le ha guiado para realizar esta actuación”.
El diputado díscolo ha rechazado las alusiones a un supuesto cambio de actitud por su parte, afirmando que no ha cambiado de posición en ningún momento desde el pasado martes, cuando se ausentó, junto a Maite Sáez, de la primera votación en la Asamblea de Madrid y subrayar que no piensa dejar el escaño. A su juicio, está seguro de que su espantada ha provocado un cambio de actitud del PSOE frente a Izquierda Unida, porque “toda la sociedad madrileña va a estar pendiente de ese acuerdo y cuál es el reparto de poder con Izquierda Unida. Hemos alertado a todo el electorado de Madrid para que estén pendientes del acuerdo. Si ese pacto es absolutamente desproporcionado y desde luego humillante para el PSOE, el candidato Rafael Simancas tendría en ese momento la mayor sanción que puede tener, que no es tener en contra al electorado del PSOE, sino al electorado en general. Por lo tanto, cuando el candidato Simancas sea investido presidente, tendrá muchísimo cuidado en saber lo que tiene que hacer”, ha dicho.
Por último, preguntado sobre la posibilidad más que cierta de que se convoquen nuevas elecciones en Madrid, Tamayo ha dicho: “Yo diré que el PSOE no tuvo la cintura política para abordar este problema”.
Esas condiciones, según se entiende de las palabras de Eduardo Tamayo, se pactaron antes de las elecciones en la Federación Socialista de Madrid y pasaban por el reparto del poder entre las distintas facciones y familias internas de la FSM para, además, entregarle una parte del Gobierno a Izquierda Unida, pero siempre proporcionado a los votos que había recibido en las urnas. “Ante el Gobierno de estabilidad de izquierdas en la Comunidad de Madrid con respecto al acuerdo con Izquierda Unida, yo tengo que darle un voto de confianza después de haber aprendido todos una lección, incluido el propio candidato Rafael Simancas, que no puede hacer las cosas como él crea que hay que hacerlas, sino como el electorado le ha demandado”, ha dicho Tamayo, para recalcar que, “si el candidato Simancas no quiere el apoyo parlamentario de Maite y mío, es una decisión suya, no mía, yo le estoy ofreciendo ese apoyo sin ningún acuerdo previo. Solamente con el cumplimiento de aquellos pactos que había internos y de la posición de Izquierda Unida con respecto a un gobierno”.
En este sentido, Tamayo ha explicado que tiene “la absoluta seguridad” de que Simancas “va a pactar con Izquierda Unida” en unas “condiciones que no sean de deshonra para el PSOE. Y lo va a hacer, entre otras cuestiones, por toda esta situación que se ha provocado. Porque estaría bueno, después de toda esta situación, que el propio candidato Rafael Simancas pudiera pactar en otras condiciones con IU. Eso no se lo iba a perdonar nadie en esta Comunidad”, ha afirmado, para subrayar que “yo estoy asumiendo un compromiso político, no con el PSOE sino con toda la sociedad madrileña. Por tanto, en el primer momento en que yo cometa cualquier acto que se pueda considerar de indisciplina o desconsiderado con ese planteamiento político, no le quepa ninguna duda de que dimitiré de mi escaño”. Preguntado sobre la indignidad política de sus actos, Tamayo ha subrayado que “la dignidad política no pasa exclusivamente por dejar un escaño o no dejarlo, pasa por mantener un principio que a uno le ha guiado para realizar esta actuación”.
El diputado díscolo ha rechazado las alusiones a un supuesto cambio de actitud por su parte, afirmando que no ha cambiado de posición en ningún momento desde el pasado martes, cuando se ausentó, junto a Maite Sáez, de la primera votación en la Asamblea de Madrid y subrayar que no piensa dejar el escaño. A su juicio, está seguro de que su espantada ha provocado un cambio de actitud del PSOE frente a Izquierda Unida, porque “toda la sociedad madrileña va a estar pendiente de ese acuerdo y cuál es el reparto de poder con Izquierda Unida. Hemos alertado a todo el electorado de Madrid para que estén pendientes del acuerdo. Si ese pacto es absolutamente desproporcionado y desde luego humillante para el PSOE, el candidato Rafael Simancas tendría en ese momento la mayor sanción que puede tener, que no es tener en contra al electorado del PSOE, sino al electorado en general. Por lo tanto, cuando el candidato Simancas sea investido presidente, tendrá muchísimo cuidado en saber lo que tiene que hacer”, ha dicho.
Por último, preguntado sobre la posibilidad más que cierta de que se convoquen nuevas elecciones en Madrid, Tamayo ha dicho: “Yo diré que el PSOE no tuvo la cintura política para abordar este problema”.