(Libertad Digital) La querella está plagada de errores, defectos de forma, pruebas insustanciales y hasta reconocimiento de estrategias para impedir que el Parlamento se constituyera democráticamente. Relatan la forma en la que Tamayo y Sáez urdieron la espantada como “reveladora de la intencionalidad de asegurarse por todos los medios la consecución de su propósito”. Párrafos antes deducen como “hecho notorio” que la ausencia de los rebeldes provocó como consecuencia directa la elección de los candidatos de la lista del Partido Popular a la Mesa de la Cámara.
Así que los socialistas confiesan que si se hubieran percatado de la maniobra –para ellos causal respecto al resultado de la votación– ahora no estaríamos en esta situación. Así lo explican, teniendo en cuenta que Tamayo y Sáez sí entraron en el Parlamento pero desaparecieron antes de la votación.
“En el caso de no haber comparecido en el hemiciclo, hubieran existido resortes defensivos para que no hubiera podido consumarse su propósito delictivo. Se podría haber evitado la existencia de quórum y con ello la constitución del Parlamento. Presentándose, los grupos socialista y de Izquierda Unida no desconfiaron, y se aseguraron de esta forma la irreversibilidad de la situación creada”.
Es decir, el PSOE reconoce como un “hecho” que habrían recurrido a la misma estrategia que los querellados. Una espantada, esta vez en masa. Con ello, le dicen al juez instructor (si se admite la querella) que no hubieran dudado en reventar la constitución democrática de un parlamento autonómico.
Así que los socialistas confiesan que si se hubieran percatado de la maniobra –para ellos causal respecto al resultado de la votación– ahora no estaríamos en esta situación. Así lo explican, teniendo en cuenta que Tamayo y Sáez sí entraron en el Parlamento pero desaparecieron antes de la votación.
“En el caso de no haber comparecido en el hemiciclo, hubieran existido resortes defensivos para que no hubiera podido consumarse su propósito delictivo. Se podría haber evitado la existencia de quórum y con ello la constitución del Parlamento. Presentándose, los grupos socialista y de Izquierda Unida no desconfiaron, y se aseguraron de esta forma la irreversibilidad de la situación creada”.
Es decir, el PSOE reconoce como un “hecho” que habrían recurrido a la misma estrategia que los querellados. Una espantada, esta vez en masa. Con ello, le dicen al juez instructor (si se admite la querella) que no hubieran dudado en reventar la constitución democrática de un parlamento autonómico.