(Libertad Digital) El "caso Telecinco" se destapó a raíz de la famosa amnistía fiscal concedida por el Gobierno socialista en 1996. La Fiscalía Anticorrupción inició las investigaciones y envió una comisión rogatoria a Suiza que todavía está en tramitación. Sin embargo, La Clave afirma tener documentos que certifican que Telecinco pagó cantidades millonarias a una red de empresas radicadas en países con convenios fiscales especiales y controladas por el grupo Fininvest de Silvio Berlusconi, en contra de lo que el político italiano ha declarado en la Audiencia Nacional.
Según el juez Baltasar Garzón, instructor del caso, esta red “está constituida a través de múltiples sociedades y personas interpuestas, testaferros, fiduciarios y cuentas anónimas o de titularidad oculta ubicadas en diferentes paraísos fiscales”. Garzón lo denomina entramado financiero exterior del grupo Fininvest , oculto para España e Italia.
Entre estas empresas ubicadas en países con convenios fiscales especiales se encuentran las sociedades Rinoba y Reteeuropa, con sede en Holanda, y Arner, Magyar y Warner Investments Kereskedelmi, en Hungría. Según La Clave , eran utilizadas por el grupo Berlusconi para la compra de derechos cinematográficos y deportivos. Desde 1991 hasta 1994 se desviaron al menos 21.824 millones de pesetas de las arcas de Telecinco a estas empresas, mientras la deuda de la cadena crecía hasta 58.000 millones de pesetas.
Berlusconi en España
Una vez se aprobó en España la Ley de Televisión privada, en mayo del 88, Fininvest constituyó en España un grupo de sociedades que servirían de infraestructura para el grupo en su ansiado anhelo de conseguir una televisión. Antes de que el Gobierno adjudicase las tres cadenas de televisión privada, Berlusconi había creado Redespaña (junio del 88), Istifi(septiembre del 88) y Publiespaña (octubre del 88).
A finales de 1990 se destapó todo un entramado financiero de Berlusconi para hacerse con el control absoluto de la cadena, vulnerando el límite legal establecido en un 25 por ciento de participación accionarial. Según la Audiencia Nacional, en todo este entramado financiero se ha cometido un posible fraude fiscal de 90.151.815 millones de euros (15.000 millones de pesetas). A cambio de colaborar en estas operaciones supuestamente fraudulentas, el político italiano llegó a tener de una manera “clandestina” un 65 por ciento del capital social de Telecinco.
Una década después, Berlusconi se ha vuelto a hacer con el mando de Telecinco al comprar en diciembre al grupo vasco Correo un 12 por ciento de su capital social Ahora, el grupo italiano domina el 52 por ciento de Telecinco, mientras que el grupo Correo se queda con un 13 por ciento. Según afirma esta revista, el próximo paso, tras las elecciones de mayo, será el control de los informativos por parte del equipo de Berlusconi.
Según el juez Baltasar Garzón, instructor del caso, esta red “está constituida a través de múltiples sociedades y personas interpuestas, testaferros, fiduciarios y cuentas anónimas o de titularidad oculta ubicadas en diferentes paraísos fiscales”. Garzón lo denomina entramado financiero exterior del grupo Fininvest , oculto para España e Italia.
Entre estas empresas ubicadas en países con convenios fiscales especiales se encuentran las sociedades Rinoba y Reteeuropa, con sede en Holanda, y Arner, Magyar y Warner Investments Kereskedelmi, en Hungría. Según La Clave , eran utilizadas por el grupo Berlusconi para la compra de derechos cinematográficos y deportivos. Desde 1991 hasta 1994 se desviaron al menos 21.824 millones de pesetas de las arcas de Telecinco a estas empresas, mientras la deuda de la cadena crecía hasta 58.000 millones de pesetas.
Berlusconi en España
Una vez se aprobó en España la Ley de Televisión privada, en mayo del 88, Fininvest constituyó en España un grupo de sociedades que servirían de infraestructura para el grupo en su ansiado anhelo de conseguir una televisión. Antes de que el Gobierno adjudicase las tres cadenas de televisión privada, Berlusconi había creado Redespaña (junio del 88), Istifi(septiembre del 88) y Publiespaña (octubre del 88).
A finales de 1990 se destapó todo un entramado financiero de Berlusconi para hacerse con el control absoluto de la cadena, vulnerando el límite legal establecido en un 25 por ciento de participación accionarial. Según la Audiencia Nacional, en todo este entramado financiero se ha cometido un posible fraude fiscal de 90.151.815 millones de euros (15.000 millones de pesetas). A cambio de colaborar en estas operaciones supuestamente fraudulentas, el político italiano llegó a tener de una manera “clandestina” un 65 por ciento del capital social de Telecinco.
Una década después, Berlusconi se ha vuelto a hacer con el mando de Telecinco al comprar en diciembre al grupo vasco Correo un 12 por ciento de su capital social Ahora, el grupo italiano domina el 52 por ciento de Telecinco, mientras que el grupo Correo se queda con un 13 por ciento. Según afirma esta revista, el próximo paso, tras las elecciones de mayo, será el control de los informativos por parte del equipo de Berlusconi.