L D (Agencias) El presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo el lunes en un mitin del PP celebrado en Palma de Mallorca que José Luis Rodríguez Zapatero había actuado con “frivolidad” al decir que los atentados del viernes pasado en Casablanca, que costaron la vida a tres españoles, se produjeron como consecuencia de la posición española en la guerra de Irak. Aznar incluso mencionó la existencia de decenas de atentados extremistas sufridos desde 1971 en España o contra intereses españoles para desmontar los argumentos de Zapatero, y hasta el diario El País , en su editorial de este martes, afirma que “los atentados de Casablanca tenían un hilo conductor en el odio antioccidental y antisemita y en los deseos de desestabilizar a un régimen aliado de Estados Unidos, como es el marroquí (...) Nada demuestra –concluye El País – que, de haber seguido el Gobierno del PP otra política (con respecto a la guerra en Irak), no se hubieran producido tales atentados”.
Como consecuencia, José Luis Rodríguez Zapatero ha matizado su posición en cuestión de horas y, en declaraciones a Telecinco , ha incluido un condicional en su discurso. Ha dicho que “no vale” explicar a la ciudadanía “lo que son teóricamente beneficios” de la guerra de Irak y, al mismo tiempo, no “hacer la reflexión” de que “tenemos un problema de seguridad” a causa, “posiblemente”, de dicho conflicto. El secretario general del PSOE añadió que, “posiblemente, habrá gente que piense que es casual lo de Casablanca, pero, aunque fuera casual, nosotros tenemos la obligación de preservar y de mirar el interés de la seguridad de nuestro país”. Zapatero aprovechó para descalificar a Aznar afirmando que el presidente del Gobierno, “por muchas descalificaciones que me haga, no me va a callar, sencillamente porque está en juego el interés de mi país y la posición de España en el mundo, que Aznar ha descentrado”.
El secretario general del PSOE se quejó de que el presidente del Gobierno “tenga licencia para ir a Washington el día antes de la campaña electoral” a decir que Batasuna ha sido incluida en la lista del Departamento de Estado como grupo terrorista –un hecho que calificó de “pequeña política”– y “decir que eso es consecuencia del apoyo a la guerra”. “O sea, sí vale lo que son teóricamente beneficios de la guerra, explicarlos y comentarlos y, entre comillas, venderlos a la ciudadanía, y no vale hacer la reflexión de que tenemos un problema de seguridad como país”, dijo Zapatero. En este contexto, también afirmó que, “cuando se toma una decisión como es apoyar una guerra ilegal, cuando uno forma parte de esa coalición de las Azores y es presidente del Gobierno, tiene que ser consecuente y responsable y tiene que advertir y valorar las consecuencias que esa decisión puede tomar”.
Zapatero, que en ningún momento se refirió a la asociación de ideas que hizo estos días atrás, cuando dijo que los atentados de Casablanca eran la consecuencia de la guerra en Irak, se dirigió al presidente del Gobierno para pedirle que “reflexione” y que elabore un “plan de seguridad de defensa de los intereses españoles” en aquellos países donde hay “fundamentalismo y terrorismo radical”. También argumentó que la guerra “no es el camino para ganar al terrorismo” y, tras afirmar que “ningún atentado terrorista tiene justificación ni explicación”, añadió que la política contra el terrorismo “puede dar lugar a menos terrorismo o a exacerbar el fanatismo y la violencia”, por lo que dijo que “aquí ha habido un profundo error”, que es seguir la política “unilateral” de Estados Unidos. “Este no es el camino, y pienso en mi país, y además me considero con toda la legitimidad, porque lo dije en el Parlamento en su día antes de la guerra de Irak y porque mi posición de apoyo al Gobierno contra el terrorismo de ETA ha sido en todo momento ejemplar”, concluyó.
Como consecuencia, José Luis Rodríguez Zapatero ha matizado su posición en cuestión de horas y, en declaraciones a Telecinco , ha incluido un condicional en su discurso. Ha dicho que “no vale” explicar a la ciudadanía “lo que son teóricamente beneficios” de la guerra de Irak y, al mismo tiempo, no “hacer la reflexión” de que “tenemos un problema de seguridad” a causa, “posiblemente”, de dicho conflicto. El secretario general del PSOE añadió que, “posiblemente, habrá gente que piense que es casual lo de Casablanca, pero, aunque fuera casual, nosotros tenemos la obligación de preservar y de mirar el interés de la seguridad de nuestro país”. Zapatero aprovechó para descalificar a Aznar afirmando que el presidente del Gobierno, “por muchas descalificaciones que me haga, no me va a callar, sencillamente porque está en juego el interés de mi país y la posición de España en el mundo, que Aznar ha descentrado”.
El secretario general del PSOE se quejó de que el presidente del Gobierno “tenga licencia para ir a Washington el día antes de la campaña electoral” a decir que Batasuna ha sido incluida en la lista del Departamento de Estado como grupo terrorista –un hecho que calificó de “pequeña política”– y “decir que eso es consecuencia del apoyo a la guerra”. “O sea, sí vale lo que son teóricamente beneficios de la guerra, explicarlos y comentarlos y, entre comillas, venderlos a la ciudadanía, y no vale hacer la reflexión de que tenemos un problema de seguridad como país”, dijo Zapatero. En este contexto, también afirmó que, “cuando se toma una decisión como es apoyar una guerra ilegal, cuando uno forma parte de esa coalición de las Azores y es presidente del Gobierno, tiene que ser consecuente y responsable y tiene que advertir y valorar las consecuencias que esa decisión puede tomar”.
Zapatero, que en ningún momento se refirió a la asociación de ideas que hizo estos días atrás, cuando dijo que los atentados de Casablanca eran la consecuencia de la guerra en Irak, se dirigió al presidente del Gobierno para pedirle que “reflexione” y que elabore un “plan de seguridad de defensa de los intereses españoles” en aquellos países donde hay “fundamentalismo y terrorismo radical”. También argumentó que la guerra “no es el camino para ganar al terrorismo” y, tras afirmar que “ningún atentado terrorista tiene justificación ni explicación”, añadió que la política contra el terrorismo “puede dar lugar a menos terrorismo o a exacerbar el fanatismo y la violencia”, por lo que dijo que “aquí ha habido un profundo error”, que es seguir la política “unilateral” de Estados Unidos. “Este no es el camino, y pienso en mi país, y además me considero con toda la legitimidad, porque lo dije en el Parlamento en su día antes de la guerra de Irak y porque mi posición de apoyo al Gobierno contra el terrorismo de ETA ha sido en todo momento ejemplar”, concluyó.