(Libertad Digital) Chávez sigue paso a paso la instauración de una dictadura cubana al estilo Castro (y con su ayuda) en Venezuela. La mayoría de los venezolanos (alrededor del 80 por ciento) se oponen al dictador y piden su salida de inmediato. A lo largo de los dos últimos meses, Chávez ha decretado la prohibición de tenencia de dólares -con las dificultades para la importación de comida por los distribuidores incluida, con lo que el Gobierno se atribuye la planificación del reparto de la omida- y prepara, según denunció la locutora Isa Dobles en Venezuela, y han confirmado a Libertad Digital de fuentes de la Coordinadora Democrática, un decreto para restringir la salida de los menores y de los licenciados del país. Al más puro estilo cubano, esta ley obligaría, controlaría y restringiría la libre circulación de sus ciudadanos, con lo que los que salieran del país podrían verse obligados a no volver. Como Cuba y como Castro, la dictadura es inminente. Al mismo tiempo, el Gobierno ha
impulsado los Consejos Locales de Planificación, ha reclutado a expertos cubanos para reorientar la agricultura y controlar la Estatal de Petróleos (para lo que tuvo que despedir a 17.000 personas) mientras bloquea la Mesa de Negociación con la Oposición y la mediación del Grupo de Amigos para inmpedir la realización de un referédum revocatorio a partir del 19 de agosto (mitad der su mandato, tal y como permite la Constitución de Venezuela).
Desde hace varios meses y por decisión del Gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela está prohibida la posesión de divisas y el régimen mantiene un férreo sistema de entrega de venta de moneda extranjera a quienes compran productos en el exterior. El retraso en la entrega de dólares a los importadores de trigo ha hecho que durante al menos un mes no se pueda producir pan en el país. "En el supuesto de que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) nos vendiera ahora mismo los dólares que requerimos para importar, y nosotros ahora mismo compráramos el trigo requerido, pasarán no menos de treinta hasta normalizar el asunto", ha dicho a los periodistas el presidente de Asociación de Molinos de Trigo (Asotrigo), Alirio Pérez. La demora en los embarques, el tiempo de travesía de barcos cargados, la lentitud en los trámites aduaneros y el posterior procesamiento del trigo recibido, "lo retardarán todo, y eso en caso de que ahora mismo nos vendieran las divisas, lo que lamentablemente no es así", ha añadido Pérez.
Los contactos entre el Gobierno y la coalición opositora Coordinadora Democrática están bloqueados tras la firma de un preacuerdo, dado a conocer el 11 de abril, que serviría de marco a la convocatoria de un "referéndum revocatorio" que decida la continuidad del presidente Hugo Chávez en el poder. La Coordinadora quiso darle un carácter definitivo al preacuerdo, pero el oficialismo expresó su deseo de darle algunos retoques aunque "no de fondo", según sus portavoces, lo cual ha retrasado su firma. Representantes de la Coordinadora reconocieron finalmente que al ser un preacuerdo, se le podrían hacer modificaciones y este miércoles dijeron que estarían dispuestos a suscribir un nuevo texto siempre que incluyese la convocatoria del referéndum y reglas claras para su celebración y supervisión por organismos internacionales.
El "referéndum revocatorio" es un mecanismo constitucional que permite truncar el mandato de un gobernante a la mitad de su periodo. En el caso de Chávez esa opción podría activarse a partir del 19 de agosto. El Gobierno de Chávez ha insistido en que la celebración del plebiscito no depende de su voluntad, sino de que la Coordinadora cumpla los requisitos establecidos en la Constitución. Américo Martín, portavoz de la Coordinadora, se acogió a ese criterio y este miércoles, afirmó que con acuerdo o sin acuerdo firmado el objetivo de la oposición es celebrar el referéndum antes de que finalice el año. El otro aspecto que podría definirse en las reuniones que este jueves y viernes mantendrá el Grupo de Amigos es el del futuro de la "mesa de negociación" que desde el 8 de noviembre de 2002 ha dirigido el secretario general de la OEA, César Gaviria, para hallar una salida "constitucional, democrática, pacífica y electoral" a la crisis. Representantes del oficialismo propusieron esta semana que las negociaciones de la mesa pasen al ámbito de la Asamblea Nacional, sin que ello suponga descartar el papel de la OEA. Ese planteamiento se basó en que una vez que la Coordinadora aceptó la formula del referéndum, que había rechazado hasta finales de marzo, el objetivo de acordar una salida "constitucional" ya estaba alcanzado.
Las discrepancias pendientes entre Gobierno y oposición requerirían, según el Gobierno, de nuevos esquemas de diálogo que reflejen la madurez política de los venezolanos y su independencia de la gestión de instancias internacionales. "No tiene sentido que definido el mecanismo para el que se propuso la mesa, el secretario general de la OEA tenga que instalarse permanentemente en Venezuela para ayudar a resolver los problemas que en todo país democrático enfrentan a Gobierno y oposición", señaló un portavoz del oficialismo. La Coordinadora no comparte ese criterio y desea que la presencia de la OEA se mantenga e incluso aumente el nivel de su protagonismo, dejando de ser "facilitadora" para convertirse en "mediadora", con potestad para tomar decisiones que vinculen a las partes.
impulsado los Consejos Locales de Planificación, ha reclutado a expertos cubanos para reorientar la agricultura y controlar la Estatal de Petróleos (para lo que tuvo que despedir a 17.000 personas) mientras bloquea la Mesa de Negociación con la Oposición y la mediación del Grupo de Amigos para inmpedir la realización de un referédum revocatorio a partir del 19 de agosto (mitad der su mandato, tal y como permite la Constitución de Venezuela).
Desde hace varios meses y por decisión del Gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela está prohibida la posesión de divisas y el régimen mantiene un férreo sistema de entrega de venta de moneda extranjera a quienes compran productos en el exterior. El retraso en la entrega de dólares a los importadores de trigo ha hecho que durante al menos un mes no se pueda producir pan en el país. "En el supuesto de que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) nos vendiera ahora mismo los dólares que requerimos para importar, y nosotros ahora mismo compráramos el trigo requerido, pasarán no menos de treinta hasta normalizar el asunto", ha dicho a los periodistas el presidente de Asociación de Molinos de Trigo (Asotrigo), Alirio Pérez. La demora en los embarques, el tiempo de travesía de barcos cargados, la lentitud en los trámites aduaneros y el posterior procesamiento del trigo recibido, "lo retardarán todo, y eso en caso de que ahora mismo nos vendieran las divisas, lo que lamentablemente no es así", ha añadido Pérez.
Los contactos entre el Gobierno y la coalición opositora Coordinadora Democrática están bloqueados tras la firma de un preacuerdo, dado a conocer el 11 de abril, que serviría de marco a la convocatoria de un "referéndum revocatorio" que decida la continuidad del presidente Hugo Chávez en el poder. La Coordinadora quiso darle un carácter definitivo al preacuerdo, pero el oficialismo expresó su deseo de darle algunos retoques aunque "no de fondo", según sus portavoces, lo cual ha retrasado su firma. Representantes de la Coordinadora reconocieron finalmente que al ser un preacuerdo, se le podrían hacer modificaciones y este miércoles dijeron que estarían dispuestos a suscribir un nuevo texto siempre que incluyese la convocatoria del referéndum y reglas claras para su celebración y supervisión por organismos internacionales.
El "referéndum revocatorio" es un mecanismo constitucional que permite truncar el mandato de un gobernante a la mitad de su periodo. En el caso de Chávez esa opción podría activarse a partir del 19 de agosto. El Gobierno de Chávez ha insistido en que la celebración del plebiscito no depende de su voluntad, sino de que la Coordinadora cumpla los requisitos establecidos en la Constitución. Américo Martín, portavoz de la Coordinadora, se acogió a ese criterio y este miércoles, afirmó que con acuerdo o sin acuerdo firmado el objetivo de la oposición es celebrar el referéndum antes de que finalice el año. El otro aspecto que podría definirse en las reuniones que este jueves y viernes mantendrá el Grupo de Amigos es el del futuro de la "mesa de negociación" que desde el 8 de noviembre de 2002 ha dirigido el secretario general de la OEA, César Gaviria, para hallar una salida "constitucional, democrática, pacífica y electoral" a la crisis. Representantes del oficialismo propusieron esta semana que las negociaciones de la mesa pasen al ámbito de la Asamblea Nacional, sin que ello suponga descartar el papel de la OEA. Ese planteamiento se basó en que una vez que la Coordinadora aceptó la formula del referéndum, que había rechazado hasta finales de marzo, el objetivo de acordar una salida "constitucional" ya estaba alcanzado.
Las discrepancias pendientes entre Gobierno y oposición requerirían, según el Gobierno, de nuevos esquemas de diálogo que reflejen la madurez política de los venezolanos y su independencia de la gestión de instancias internacionales. "No tiene sentido que definido el mecanismo para el que se propuso la mesa, el secretario general de la OEA tenga que instalarse permanentemente en Venezuela para ayudar a resolver los problemas que en todo país democrático enfrentan a Gobierno y oposición", señaló un portavoz del oficialismo. La Coordinadora no comparte ese criterio y desea que la presencia de la OEA se mantenga e incluso aumente el nivel de su protagonismo, dejando de ser "facilitadora" para convertirse en "mediadora", con potestad para tomar decisiones que vinculen a las partes.