L D (Agencias) La OTAN, que se vio forzada a limitar al máximo su papel durante la guerra de Irak por las disputas internas, ha empezado a considerar seriamente la posibilidad de asumir una misión de paz mucho más visible en aquel país durante la posguerra. La idea de involucrar a la OTAN en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en Irak fue lanzada por el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, durante la visita que realizó a la sede de la Alianza en Bruselas el pasado 31 de marzo, pero ha cobrado fuerza en los últimos días, después de que Francia diera señales de que podría aceptar un papel para la Alianza en el Irak post-Sadam.
En las semanas previas al estallido de la guerra, París se opuso tenazmente a cualquier implicación de la OTAN, incluido el despliegue casi simbólico de medios de defensa preventiva en Turquía, porque consideró que equivalía a aceptar el conflicto como algo inevitable. Pero según fuentes estadounidenses, una vez ha terminado la guerra, la cuestión del papel de la OTAN en la posguerra iraquí ha vuelto a surgir. Dichas fuentes aluden a que este tema, además, fue suscitado por el propio presidente francés, Jacques Chirac, durante la conversación telefónica que mantuvo con el dirigente estadounidense, George Bush, el pasado 15 de abril.
En esa fecha, ambos políticos hablaron por primera vez personalmente después del duro y largo enfrentamiento que EEUU y Francia mantuvieron en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, donde París se negó a apoyar una segunda resolución que autorizara el uso de la fuerza contra el régimen del depuesto Sadam Husein. Según un portavoz aliado, en declaraciones a EFE , "ningún país se opone a examinar la cuestión del papel de la OTAN en Irak". No obstante, este portavoz precisó que el Consejo Atlántico no ha tomado aún ninguna decisión al respecto ni ha abordado cuál podría ser dicho papel.
Según el general James L. Jones, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa (SACEUR), los dirigentes políticos de la OTAN no han cursado ninguna instrucción todavía para preparar una eventual misión de los Diecinueve en Irak. "El proceso en la OTAN comienza en el Consejo Atlántico y llega hasta mí como comandante aliado. Al día de hoy -afirmó Jones- no he recibido ninguna instrucción para ningún tipo de planificación. Pero, si llegara -continuó-, por supuesto que estaríamos preparados para hacer nuestro trabajo", puntualizó durante una rueda de prensa celebrada la semana pasada en el cuartel general de la OTAN en Europa, situado en la localidad belga de Mons, al sur de Bruselas.
A pesar de que la Alianza lleva a cabo ya "importantes misiones" simultáneas en los Balcanes y el Mediterráneo, y está a punto de asumir el mando, la coordinación y la planificación de la Fuerza internacional de asistencia para la seguridad en Afganistán (ISAF), el general Jones aseguró que la OTAN "tiene muchas capacidades para hacer muchas cosas que la Alianza quiera hacer, en Irak o en cualquier otra parte". "Quedan suficientes herramientas en la caja", dijo. "La OTAN sabe cómo hacer cualquier cosa, mantenimiento de la paz o cualquier otra". El mando aliado se declaró especialmente "entusiasmado" por la nueva misión de paz en Afganistán decidida el pasado 16 de abril por el Consejo Atlántico de forma un tanto inesperada y pese a las reticencias que Francia había manifestado siempre a un despliegue "fuera de zona".
El nombre de la fuerza (ISAF) no cambiará, ni su misión, que fue definida por las Naciones Unidas tras la intervención militar lanzada por EEUU contra el régimen de los talibán. El hecho de que la OTAN se implique ahora plenamente en Afganistán –sus países miembros ya aportaban el 95 por ciento de las tropas desplegadas allí, pero no bajo el mando de la Alianza– constituye "una señal", según Jones, "de lo que piensan nuestros dirigentes sobre lo que puede hacer la OTAN en el siglo XXI". Los líderes aliados quieren disponer, añadió, de una "capacidad militar expedicionaria global, no ya una capacidad 'fuera de zona' en sentido regional, sino global".
En las semanas previas al estallido de la guerra, París se opuso tenazmente a cualquier implicación de la OTAN, incluido el despliegue casi simbólico de medios de defensa preventiva en Turquía, porque consideró que equivalía a aceptar el conflicto como algo inevitable. Pero según fuentes estadounidenses, una vez ha terminado la guerra, la cuestión del papel de la OTAN en la posguerra iraquí ha vuelto a surgir. Dichas fuentes aluden a que este tema, además, fue suscitado por el propio presidente francés, Jacques Chirac, durante la conversación telefónica que mantuvo con el dirigente estadounidense, George Bush, el pasado 15 de abril.
En esa fecha, ambos políticos hablaron por primera vez personalmente después del duro y largo enfrentamiento que EEUU y Francia mantuvieron en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, donde París se negó a apoyar una segunda resolución que autorizara el uso de la fuerza contra el régimen del depuesto Sadam Husein. Según un portavoz aliado, en declaraciones a EFE , "ningún país se opone a examinar la cuestión del papel de la OTAN en Irak". No obstante, este portavoz precisó que el Consejo Atlántico no ha tomado aún ninguna decisión al respecto ni ha abordado cuál podría ser dicho papel.
Según el general James L. Jones, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa (SACEUR), los dirigentes políticos de la OTAN no han cursado ninguna instrucción todavía para preparar una eventual misión de los Diecinueve en Irak. "El proceso en la OTAN comienza en el Consejo Atlántico y llega hasta mí como comandante aliado. Al día de hoy -afirmó Jones- no he recibido ninguna instrucción para ningún tipo de planificación. Pero, si llegara -continuó-, por supuesto que estaríamos preparados para hacer nuestro trabajo", puntualizó durante una rueda de prensa celebrada la semana pasada en el cuartel general de la OTAN en Europa, situado en la localidad belga de Mons, al sur de Bruselas.
A pesar de que la Alianza lleva a cabo ya "importantes misiones" simultáneas en los Balcanes y el Mediterráneo, y está a punto de asumir el mando, la coordinación y la planificación de la Fuerza internacional de asistencia para la seguridad en Afganistán (ISAF), el general Jones aseguró que la OTAN "tiene muchas capacidades para hacer muchas cosas que la Alianza quiera hacer, en Irak o en cualquier otra parte". "Quedan suficientes herramientas en la caja", dijo. "La OTAN sabe cómo hacer cualquier cosa, mantenimiento de la paz o cualquier otra". El mando aliado se declaró especialmente "entusiasmado" por la nueva misión de paz en Afganistán decidida el pasado 16 de abril por el Consejo Atlántico de forma un tanto inesperada y pese a las reticencias que Francia había manifestado siempre a un despliegue "fuera de zona".
El nombre de la fuerza (ISAF) no cambiará, ni su misión, que fue definida por las Naciones Unidas tras la intervención militar lanzada por EEUU contra el régimen de los talibán. El hecho de que la OTAN se implique ahora plenamente en Afganistán –sus países miembros ya aportaban el 95 por ciento de las tropas desplegadas allí, pero no bajo el mando de la Alianza– constituye "una señal", según Jones, "de lo que piensan nuestros dirigentes sobre lo que puede hacer la OTAN en el siglo XXI". Los líderes aliados quieren disponer, añadió, de una "capacidad militar expedicionaria global, no ya una capacidad 'fuera de zona' en sentido regional, sino global".