L D (EFE) El primer ministro británico ha subrayado que la guerra contra Irak “no es inevitable” siempre que el líder iraquí, Sadam Husein, coopere plenamente con el equipo de inspectores de la ONU desplazados a ese país. “Sadam Husein podría evitar una guerra hoy mismo si hiciera una declaración completa y honesta de las armas que posee”, afirmó, y añadió que si, en cambio, no coopera, ello supondrá “una violación de la resolución de la ONU tan clara como lo sería el hallazgo en Irak de un misil o un agente químico”.
En una entrevista con la cadena BBC, Blair indicó que los inspectores, que este lunes tienen que presentar su informe ante el Consejo de Seguridad, deben contar con “más tiempo para hacer su trabajo”, aunque opinó que ese periodo debería ser “de semanas, no meses”. El primer ministro británico aclaró que “el trabajo de los inspectores es certificar si Sadam está o no cooperando con las inspecciones de la ONU, y no repetir lo que ocurrió en la década de los noventa”. “El tiempo que necesitan no es para jugar al escondite con Sadam —dijo Blair—. Y no creo que les lleve meses descubrir si Husein está cooperando o no”. Ese deber de cooperación del líder iraquí “no consiste solamente en permitir el acceso a ciertos lugares, también tiene que declarar exactamente el armamento que posee y permitir a los inspectores de la ONU examinarlo, controlarlo e inutilizarlo”, agregó Blair.
El primer ministro subrayó que si los inspectores no pueden hacer su trabajo, el líder iraquí, que, a su parecer, está llevando a cabo “un elaborado programa de ocultación”, deberá ser “desarmado por la fuerza”. Blair aseguró que su Gobierno intentara obtener una resolución de la ONU antes de emprender un posible ataque contra Irak, “creemos en la vía de la ONU”, comentó, pero reconoció que convencer al Consejo será una tarea “difícil”.
En una entrevista con la cadena BBC, Blair indicó que los inspectores, que este lunes tienen que presentar su informe ante el Consejo de Seguridad, deben contar con “más tiempo para hacer su trabajo”, aunque opinó que ese periodo debería ser “de semanas, no meses”. El primer ministro británico aclaró que “el trabajo de los inspectores es certificar si Sadam está o no cooperando con las inspecciones de la ONU, y no repetir lo que ocurrió en la década de los noventa”. “El tiempo que necesitan no es para jugar al escondite con Sadam —dijo Blair—. Y no creo que les lleve meses descubrir si Husein está cooperando o no”. Ese deber de cooperación del líder iraquí “no consiste solamente en permitir el acceso a ciertos lugares, también tiene que declarar exactamente el armamento que posee y permitir a los inspectores de la ONU examinarlo, controlarlo e inutilizarlo”, agregó Blair.
El primer ministro subrayó que si los inspectores no pueden hacer su trabajo, el líder iraquí, que, a su parecer, está llevando a cabo “un elaborado programa de ocultación”, deberá ser “desarmado por la fuerza”. Blair aseguró que su Gobierno intentara obtener una resolución de la ONU antes de emprender un posible ataque contra Irak, “creemos en la vía de la ONU”, comentó, pero reconoció que convencer al Consejo será una tarea “difícil”.